y en medio de camas de hospital, cirugías por realizar y sencillas consultas médicas; se encontraba un atractivo médico cirujano, observando aquella maldita máquina expendedora que no le permitía comprar una simple agua embotellada.
ah, pero luego l...
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ㅡ Sinceramente he visto cosas más locas que esa. En verdad, una vez; cuando era pasante vi a un médico cirujano con su enfermera teniendo relaciones. Ah, pero les caché en las preliminares. ¿Creerás que la enfermera le estaba metiendo un laringoscopio al cirujano por el ...?, ¿Yoongi?
El tierno chico rubio se encontraba observando su café con tristeza. Es decir, ¿Qué se supone que debería hacer o pensar? El apuesto hombre con el que estaba dispuesto a entregarle su corazón y primera vez, le había encontrado teniendo un trío. Un puto trío.
Vamos, el corazón de Yoongi estaba hecho pedazos. Después de todo, Yoongi y él no estaban en ningún tipo de relación o algo por el estilo. Pero de cierto modo, se sintió utilizado. Jungkook le había jurado amor eterno y fidelidad.
Para un chico de 24 años, con un noble y sensible corazón, Jungkook acababa de cometer el peor de sus errores... en lo que su "relación" respecta.
Con un nuevo mohín, tomó un gran sorbo de su cargado café.
ㅡ Tengo un secreto que hace que el café sepa aún mejor.
Yoongi dirigió sus orbes oliva al tierno cirujano. Con sus pequeños y gorditos deditos, sacó un par de botellitas de su maletín. Eran de cristal, forradas con lo que parecía ser cuero. Apostaba todos sus peluches de kumamon, que lo que contenían era nada más que alcohol.
ㅡ Te presento a mis mejores amigas. Tequi y Ronnie.
ㅡ ¿Me estás tomando el pelo o algo? No es gracioso.
El azabache negó con lentitud. ㅡ Nop, no estoy bromeando. Se que tenías una especie de enamoramiento con el médico Jeon, de hecho, todo el mundo lo sabía. Y también se que la mejor manera de curar un corazón roto es con un poco de alcohol.
ㅡ Querrás decir, tu manera.
Jimin abrió a su amiga Ronnie y dio un gran sorbo. El líquido creó una agradable quemazón en su garganta. No había sensación más buena.
ㅡ Mmm, tienes razón. Pero, créeme, a nadie le hace mal una copita de alcohol de vez en cuando.
Yoongi miró la botella con recelo. Quizá Jimin tenía razón, no le haría mal beber un poquito.
ㅡ Está bien, échale.
El azabache sonrió con malicia. ㅡ Tus deseos son mis órdenes, precioso.
Yoongi sintió sus mejillas explotar, mientras el tonto azabache vertia un poco de ron y tequila, al mismo puto tiempo, en la pequeña taza de café.
ㅡ Voila. Mi café mágico.
ㅡ Si termino con un coma etílico, caerá bajo tu conciencia.
ㅡ Sí, sí, sí. Ahora bebelo. Y dime que tal sabe.
Yoongi tomó la pequeña taza entre sus temblorosas manos y dio un gran sorbo. El sabor del alcohol se colaba por sus papilas, y el satisfactorio ardor de este hizo su aparición. Sinceramente, era lo más rico que había probado en su vida.
ㅡ Definitivamente, esto ya no sabe a café.
Jimin sonrió brillantemente, volviendo sus adorables ojos café en un par de tiernas líneas.
