y en medio de camas de hospital, cirugías por realizar y sencillas consultas médicas; se encontraba un atractivo médico cirujano, observando aquella maldita máquina expendedora que no le permitía comprar una simple agua embotellada.
ah, pero luego l...
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Jimin ajustaba el nudo de su corbata con firmeza, observó una última vez su pulcro traje para voltearse hacia su pequeña pareja, quien batallaba nervioso en abotonar las muñecas de su camisa.
ㅡ ¿Necesitas ayuda, cariño?
El blanquecino asintió con un puchero. Sus dedos temblaban por nerviosismo. ¡Él conocería a los padres de su Jiminnie!.
Era la primera vez que tendría un contacto directo con la familia Park, y los nervios le estaban matando. Lo poco que le había dicho su chico sobre sus padres, es que eran personas sumamente refinadas y algo toscas al inicio; pero que conforme les vaya conociendo verá que sólo es una fachada. El morocho le contaba que tuvo una infancia bastante feliz al lado de sus amorosos padres.
Aparentemente Yoongi no tenía nada porque preocuparse. Pero él simplemente quería causar una buena primera impresión. Quería demostrarles que el podía ser lo suficientemente bueno para el grandioso Park Jimin.
ㅡ ¿Estás listo, precioso?
El más pequeño asintió con lentitud y se levantó de la cama donde se encontraba sentado.
La pareja salió del departamento donde habían empezado a vivir juntos hace un par de meses. La zona era bastante tranquila y cerca del centro de la ciudad, mientras que los padres de Jimin vivían a las afueras, en una zona residencial.
El viaje fue relativamente normal, al menos para Jimin. El blanquecino veía con recelo las manecillas de su reloj, ¡¿cómo es que el tiempo podía pasar tan terriblemente lento?!. Su pie rebotaba en el suelo del auto, a la vez que su corazón latía con fuerza dentro de su pecho.
ㅡ Cariño, ¿podrías dejar de golpear tu pie de esa manera? Me está irritando un poco.
Yoongi detuvo sus movimiento y asintió cabizbajo. Jimin miró a su pareja y sonrió enternecido.
ㅡ Hey nene, tranquilo. Yo estaré allí contigo, y si las cosas se ponen un poco feas o algo te hace sentir mal, sabes que te defenderé a capa y espada. Se que estás nervioso, y lo entiendo, pero te prometo que todo estará bien.
Yoongi miró a Jimin y sonrió, mostrando aquella sonrisa de gomita que tanto ama el morocho, y asintió con un poco más de seguridad.
El viaje continuó en un silencio cómodo, con el pasar, grandes casas empezaban a tomar espacio. Eran simplemente preciosas, y tan fuera de su alcance.
ㅡ Bien, hemos llegado.
Una preciosa casa de dos pisos estaba frente a ellos, el patio estaba lleno de distintos tipos de flores que en su vida había visto, tenia modernos ventanales y una pulcra pintura blanca. Y oh mierda.
Una pareja mayor se encontraba parada justo en la entrada de la casa. Eran los padres de Jimin. Yoongi podía jurar, que desde dentro del coche podía notar cómo brillaban las perlas que colgaban del delgado cuello de la señora Park.
ㅡ S-sabes, creo que esto no es b-buena idea. Hay que regresar, sí.
Jimin negó divertido. ㅡ Insisto, no tienes nada porque preocuparte. Todo saldrá perfectamente, cariño.
Yoongi asintió con lentitud y sonrió a Jimin.
ㅡ Vamos a hacer esto.
Con lentitud, la pareja bajó del auto. El moreno caminaba con tranquilidad y cierta nostalgia ya que había pasado casi un año desde que no iba a casa de sus padres; mientras que su coqueta pareja sentía una gran tensión en sus músculos y pequeños calambres en su estómago.
Todo irá bien. Todo irá bien.
ㅡ Minnie, mi amor.
La señora Park sonrió a su guapo hijo y le abrazó con fuerza.
ㅡ Ya era hora que visitaras a tus viejos.
Jimin sonrió y negó. ㅡ Los extrañé mucho.
Mientas que Jimin abrazaba a su mamá con cariño, un hombre canoso y bastante parecido al morocho, observaba a Yoongi de pies a cabeza. Una pizca de curiosidad era reflejada en su mirada.
ㅡ Tu debes de ser Yoongi, mi hijo nos ha contado maravillas sobre ti.
Yoongi asintió con nerviosismo. El señor Park extendió una mano al pequeño chico, y éste devolvió el saludo en un agarre inseguro y tímido.
ㅡ Tranquilo hijo, no tienes porque estar nervioso... al menos no por mi.
El señor Park sonrió, mostrando al blanquecino una familiar sonrisa tierna con adorables ojos rasgados.
ㅡ Así que tú eres Yoongi.
El mencionado dirigió sus orbes a la madre de Jimin, quien le miraba con cierta arrogancia. ㅡ Eres lindo. ㅡ Admitió.
ㅡ Gra-gracias, señora Park.
ㅡ Lindos de cabeza hueca, quiero decir.
Yoongi frunció su cejo, ¿quién diablos se creía esa señora para llamarle cabeza hueca, acaso ella-
ㅡ Mamá. Por favor, compórtate. ㅡ Jimin reprimió a su madre con seriedad.
La mencionada frunció sus labios y entró en su casa con furia.
ㅡ Diablos, si que está enojada.
El señor Park ladeo una sonrisa y negó. ㅡ No te preocupes Yoongi, ella es toda una emperatriz del drama.
ㅡ Ni que lo diga.
Jimin sonrió socarrón y abrazó a su pequeño novio por la cintura.
Sin quitar la sonrisa, el señor Park invitó al par a pasar. Sería una larga noche.
