🔞El blanquecino colocó la última copa en el estante de la cocina. Con sumo cuidado bajó del pequeño banquito donde se encontraba, ya que debido a su altura no lograba alcanzar el alto estante.
Jimin se hubiera reído de mí, pero el idiota mide lo mismo que yo. Pensó divertido. Hablando de Jimin, ¿donde se encontraba el idiota?
Yoongi se asomó por una de las ventanas de la cocina y observó a su sexi novio bajar las últimas cajas del camión de mudanzas. El morocho agradeció al par de hombres de parte de la agencia de mudanzas y les tendió un par de billetes. Los trabajadores le sonrieron y despidieron de su adorable chico.
Jimin, sin percatarse que su guapo químico le observaba desde la ventana, secó el sudor que escurría de su rostro con su camiseta.
ㅡ Joder, pero que calor hace.
Yoongi observó a su pareja quejarse de la horrible temperatura. ㅡ Debe tener sed.
Con una mueca caminó al gran refrigerador y buscó alguna fruta para preparar agua. Finalmente Jimin se había mudado, pero no a la casa de al lado, sino a la suya.
Definitivamente Jimin era una caja llena de sorpresas. Pensó el blanquecino.
Con su sonrisa renovada, procedió a preparar su famosa agua de limón. Quién lo diría, ambos empezarían siendo un par de conocidos que iniciaron a frecuentarse gracias a un trío, y terminaron viviendo juntos en la típica casa americana de ensueño. Sí, esos eran ellos.
ㅡ ¡Yoongi!, cariño, ¿Dónde estás?
El mencionado se apresuró a colocar los pequeños cubos de hielo en la jarra y se encaminó a la sala, donde provenía la voz de su novio.
ㅡ ¿Qué ocurre?, he preparado agua de limón, tu favorita.
El morocho sonrió con satisfacción y colocó sus manos en sus canelas caderas.
ㅡ Cielo, quiero presentarte a Pamela, la vecina de enfrente.
La puta de la calle. Pensó Yoongi.
Observó como la rubia teñida de ojos saltones se ceñía a su novio de sus hombros.
ㅡ¡Oh!, mucho gusto. No sabía que vivías aquí, una disculpa.
Yoongi sonrió tenso, él odiaba a esa mujer. Sinceramente, el blanquecino no suele gastar sus energías en odiar a alguien más; simplemente pasaba de las demás personas y tomaba una posición neutra. Pero esa mujer le sacaba de sus casillas. Recuerda perfectamente cómo le humilló frente a todo un gran grupo de personas, y frente a su primera cita.
La muy zorra se burló en su cara y se llevó a su cita, quien según era homosexual. Eso fue bastante triste, e hirió fuertemente su escaso orgullo.
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maldita máquina expendedora. | jimsu
Fanfictiony en medio de camas de hospital, cirugías por realizar y sencillas consultas médicas; se encontraba un atractivo médico cirujano, observando aquella maldita máquina expendedora que no le permitía comprar una simple agua embotellada. ah, pero luego l...