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Aparté la bandeja.

—¿Hay algún espejo por aquí?

Nunca he sido una persona muy vanidosa, pero quería ver si mi aspecto era tan terrible por fuera como por dentro.

—No sé... No creo —tartamudeó Jumpol y yo lo miré asombrado. Nunca antes había parecido dudar sobre nada. Con él siempre había sido todo blanco o negro. Sí y no. Haz esto y aquello. Era la primera vez que le oía decir que no sabía algo. Me llevé una mano a la cara.

—¿Es muy espantoso? ¿Tan mal aspecto tengo?

Jumpol encontró un espejo junto al lavamanos y me lo trajo. Yo lo levanté muy despacio.

« Despacio, Gun —me dije—. Ve descubriendo una zona después de otra» .Empecé por los ojos.

—Vaya, se me va a poner el ojo morado. 

Parecerá que me hayan pegado. Jumpol se quedó en absoluto silencio. Moví el espejo. Tenía un vendaje en  la parte izquierda de la cabeza.

—¿Qué es esto? ¿Qué ha pasado? —pregunté, tocando el vendaje—. ¡Ay !

—Tienes una herida en la cabeza —explicó él—. Había sangre por todas partes. La herida no dejaba de sangrar y ellos ni siquiera intentaban detenerla. Estaban demasiado preocupados por si te habías roto el cuello o tenías una hemorragia interna. —En sus ojos apareció una expresión distante—. Las heridas en la cabeza sangran mucho. Aún me acuerdo. 

Y en ese segundo, Jumpol dejó de ser un hombre de veintinueve años para volver a ser un niño de diez atrapado en un coche.

—Pero dejó de sangrar —le dije con suavidad.

—¿Qué? —preguntó, volviendo al presente.

—Mi herida. Dejó de sangrar.

—Sí —respondió—. Cuando decidieron que no te habías roto el cuello, te vendaron la cabeza. —Se levantó y cogió la bandeja—. Voy a llevar esto fuera. 

Jumpol y New volvieron a discutir sobre cuál de los dos se iba a quedar a pasar la noche conmigo.

—Yo ya me he traído una bolsa con mi ropa y el cepillo de dientes —argumentó New.

—Godji me va a traer una bata —replicó Jumpol.

—No creo que sea apropiado que utilices el material del hospital —le dijo New, señalándole el pecho con un dedo—. Quizá deba informar a la Dirección del centro.

Él dio un paso hacia New.—Godji forma parte de la Dirección.

Una enfermera entró en la habitación y los esquivó. Me lanzó una mirada como diciendo: « ¿Quieres que los eche?» .Yo negué con la cabeza.

—Nos quedaremos los dos —zanjó Jumpol. 

La enfermera me quitó la vía intravenosa de la mano y me puso un vendaje en la herida.

—Lo siento, señor Adulkittiporn. Sólo un acompañante por habitación. Son las normas.

Noté cómo el calor me subía a la cara al oír la palabra « normas» . Seguro que me puse como un pimiento. Jumpol se irguió muy serio.

—De acuerdo. New, quédate tú. —Se acercó a la cama—. Será mejor que me vaya antes de que llamen a seguridad. Te veré a primera hora de la mañana.—Se inclinó y me susurró al oído—: Duerme bien. 

La habitación quedó en calma en cuanto se marchó. New se tumbó en el sillón reclinable que había en una esquina y yo me dormí enseguida. Dormir en un hospital es imposible. No paran de entrar en la habitación para ver cómo estás, tomarte la presión o hacerte cualquier cosa. Me fui despertando durante toda la noche y, aun así, pensé que probablemente estaba durmiendo mejor que New, cuyo sillón reclinable no parecía muy cómodo. Cuando me desperté a la mañana siguiente, mi amigo no tenía muy buen aspecto, con ojeras y el pelo alborotado.

Submissive [OffGun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora