Youngblood | L. Hemmings ✦VOL. II✦

El conejo está en la madriguera

–Estos son los clubs que ella frecuenta y aquí va desayunar casi todos los jueves... después de las cuatro de la tarde te la puedes conseguir en ese café, le encanta el macchiato que preparan ahí. –Calum estaba señalándome en el google maps todos los lugares a donde ella iba y me sorprendió lo mucho que sabía sobre ella.

Lo miré fijamente por un unos segundos y él arqueó una de sus cejas.

–Cal...conoces su rutina, eso es un poco raro, pareces acosador. –se echó a reír y negó mirándome.

–¿Quieres mi ayuda o no?.

–Si la quiero, pero me da curiosidad saber cómo la conoces tanto...ni yo cuando éramos novios. –en realidad era un poco creepy, porque ni yo que la conocía desde la infancia me sabía sus rutinas.

–Casi siempre la acompaño a todos lados, es mi mejor amiga. –se encogió de hombros restándole importancia pero seguí mirándolo.

–Te gusta, ¿cierto?. –pregunté sin quitarle la mirada de encima.

No respondió, suspiró pesadamente y asintió sin mirarme.

–Ella es grandiosa, al principio lo hacía por molestar pero terminó por gustarme en serio. –me miró al fin y asentí comprensivo.

–Te entiendo más de lo que crees. –dije palmeando su espalda. –No tienes porque ayúdarme con esto Cal, disculpa. 

–No seas idiota Luke, sé que tú la amas demasiado y que ella sigue loca por ti, que Olive sea feliz es lo único que me interesa.

–Ojalá tuviera tu madurez. – Calum se echó a reír.– Cuando éramos mejores amigos y ella no sabía que me gustaba, me sentía mal cuando me hablaba de un chico y los celos me invadían, tanto, que me dedicaba a espantarle a sus citas. –reí al recordar esa época y negué. – No sabía el daño que le estaba haciendo, porque ella pensaba que era su culpa, que algo estaba mal con ella.

–Y el raro soy yo. –dijo haciendo una mueca y volvió a reírse. –Para mi Olive es la perfección y se merece todo lo mejor, a pesar de que tú eres un completo imbécil debo admitir que eres eso mejor que ella merece, sólo tienes que dejar de ser tan pendejo.

–Mírate, quien iba a pesa que debajo de toda esa fachada de chico malo eres un blandengue. –me burlé y él se echó a reír.

–Te ayudaré porque no puedo seguir viéndola llorar por ti...–negó volviendo a fijar la mirada en mi teléfono.

.....

No pretendía perseguirla por toda la ciudad, el plan era tratar de conseguírmela por casualidad en algunos de eso lugares y hablar con ella. Era la única forma porque si hacía que los chicos la engañaran para que se viera conmigo iba a empeorar las cosas, la conocía demasiado.

Calum me avisó que iba camino al café en donde ella le gustaba tomar macchiato, sonreí al ver el mensaje en mi teléfono y llevé a Bella conmigo en el auto para ir al famoso café.

Bella sería el anzuelo, Olive no se iba a negar a acercarse a ella, por mucho que me odiara, era como su talón de Aquiles.

"El conejo está en la madriguera"

Fue el mensaje que recibí de Calum y me reí demasiado porque jamás acordamos que hablaríamos en clave, pero él se sentía como agente encubierto.

Esperé unos minutos para no ser tan obvio y bajé del auto seguido con Bella, me puse las gafas de sol y caminé hasta el café llevando a bella en mis brazos y tomé asiento en una de las mesas al aire libre.