Tearin' Up My Heart

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No, no fuimos tan imprudentes como para oponernos a la boda de mi hermano, pero ganas no nos faltaron, cuando el cura dijo la frase ambos nos miramos cómplices y nos echamos a reír, todos se me quedaron viendo porque estaba en el altar junto a mi hermano y a Olive le dio un ataque de risas silencioso, su madre la miró raro pensando que le había sucedido algo.

Cada vez que miraba hacia su dirección ella estaba haciéndome una mueca, primero hacia como si se estuviera pegando un tiro, luego remedaba todo lo que el cura decía y ponía mala cara cada vez que hablaba algo que a ella le parecía absurdo, hasta puso los ojos bizcos. Tuve que evitar verla porque no podía contener la risa y Jack se giraba a cada rato para verme y hacerme señas.

Con ella cerca jamás te aburrías.

La ceremonia culminó y todos nos fuimos al sitio donde sería la recepción, estaba un poco apenado con ella porque varios de mis familiares y familiares de Stella no dejaban de seguirla para pedirle fotos y autógrafos. Me dijo que no le molestaba pero yo la había traído precisamente para alejarnos un momento de la ciudad y pasar un rato junto, aislados de la presión constante que siempre teníamos encima.

–No sabes como estoy disfrutando hacer plañir tu prima Paula...su novio acaba de acercarse para pedirme una foto y tenías que verle la cara, amor.–rió a carcajadas mientras se sentaba de nuevo en la silla frente a mi bebiendo de la copa de champagne que tenía en las manos.

–Te acabas de reír como villano de batman.–dije molestándola y arrastré su silla hasta mi para darle besos por la cara.–Llevas como cinco de esas...–comenté señalando su copa.

Olive me había confesado hace días que era alcohólica, me lo contó llorando porque se sentía avergonzada, tanta presión que tenía encima logró que sus ataques de ansiedad regresaran incluyendo su insomnio. Según ella estaba en tratamiento y se lograba mantener sobria por un tiempo pero cuando se quebraba recaía.

No quería ser un pesado pero me preocupaba que recayera de nuevo y me puse a contarle las copas para controlar el alcohol que estaba ingiriendo.

–Me dijiste que podía tomar cuatro nada más...esta la llené por la mitad así que es cuatro y medio, no creo que un poco más me haga daño, o ¿sí, doctor Hemmings?.

–Una más no te hará daño.–besé sus labios y luego su nariz.–Pero no bebas más, ¿sí?.

–Estoy bien, amor...te lo juro, no voy a recaer.–acarició mi mejilla con su pulgar y sonreí, me encantaba que me dijera amor.

–No dejas de decirme amor y ya me estás ilusionando.–rió separándose de mi nuevamente y le dio un pequeño sorbo a su copa.

–Estoy haciendo un experimento.–dejó la copa sobre la mesa y sujetó mis manos.–Que tanto podemos aguantar sin tener relaciones.–entrelazó nuestros dedos y se mordió el labio mirándome.

–¿Pero entre nosotros? o ¿puedo coger con alguna chica de la fiesta?.– soltó una de mis manos para golpear mi hombro, me eché a reír y sujeté su mano para llenarla de besos.–Tenía que preguntar, preciosa.

–Es en serio, Lucas.

–¿Desde cuándo hiciste el celibato?.–mordí uno de sus dedos y ella se quejó golpeándome de nuevo.

–No es por eso...eres más tentador para mí que una botella de ron, tengo tantas ganas de follarte que he tenido el impulso de pedirte que nos vayamos por ahí a hacerlo en los arbustos.–reí mirándola a los ojos dejando su mano contra mis labios.–Pero si puedo abstenerme a ti entonces podré abstenere a cualquier cosa.

–Carajo, y yo ya había reservado la habitación de hotel, te invité para nada.

–Idiota.–me miró con mala cara y la atraje a mis labios para besarla a la fuerza.– Suéltame...–dijo contra mis labios mientras se reía y la sujeté por las muñecas para que no se separara de mi.

Youngblood | L. Hemmings ✦VOL. II✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora