Maybe in another life

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No había vuelto hablar con Olive desde aquella noche, sólo habíamos compartido un par de likes en Instagram y ella comentó algo en una foto que una fan había subido de los dos.

Por eso no salía de mi asombro cuando recibí un mensaje de ella en mi buzón. Estaba tan sorprendido que tardé varios minutos en responderle porque me había quedado como idiota mirando la pantalla de mi celular.

Liv:

Hey, bro.

Estoy viendo Candyman y me acordé de ti.

Era una tontería, lo sé, pero fue tan repentino que no podía creérmelo.

Luke:

¿Te hackearon?

Liv:

¿Puedo llamarte?.

Luke:

Depende...

Si es para tener sexo telefónico, no.

Eso es no es dios.

Liv:

Que mal...estoy demasiado húmeda y quería mostrarte.

Luke:

Bueno muéstrame.

Pero quiero que quede claro que eso está mal.

Me envió el emoji de la lengua junto al de la berenjena y varías gotitas. Reí demasiado respondiéndole con una cruz y el de las manos juntas diciéndole que rezaba por ella, su llamada entrante me sacó una sonrisa y contesté la video llamada.

–Te dije que estaba húmeda.–señaló su cabello mojado, probablemente porque acababa de salir de la ducha y me eché a reír.– A cabo de decir Candyman cinco veces frente al espejo del baño y tengo miedo a que se me aparezca.

–¿Me llamaste sólo porque estás asustada?...yo creí que me extrañabas o algo así.

–Terminé con Austin...–arrojó de repente.–Y nunca me había sentido tan liberada, creo que es momento de que comience a preocuparme por mi, tenías razón ese día, mi miedo más grande es estar sola.

–Fui muy duro contigo...lo admito.–asentí mientras la observaba.–Me dejé llevar por los celos y dije cosas que ni si quiera me incumben.

–Tus palabras siempre han sido para mi un balde de agua fría y no tienes idea de como extraño tus sermones de viejito.–reí antes sus palabras.–¿Qué harás este fin de semana?.

–Estar contigo.–respondí mirándola a los ojos y ella se sonrojó.

–Salgamos juntos...–lo dijo casi en un susurro, como si le diera vergüenza decirlo, sonreí risueño mordiendo mi labio y asentí.

.....

–¿Sabías la cantidad de lugares que hay sin acceso a agua potable?.–comentó Liv mientras devoraba su cono de helado y me mostraba un artículo en su teléfono.–Sin electricidad, sin servicios básicos...–negó indignada mientras miraba la pantalla de su celular.–Lo peor es que nadie hace nada para solucionarlo, hay niños que mueren por desnutrición y yo aquí comiéndome un helado.

Youngblood | L. Hemmings ✦VOL. II✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora