En otro mundo

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Eran casi las cuatro de la tarde, lo que indicaba que en unos minutos llegarían los chicos por nosotras.

Estabamos terminando de darnos los últimos retoques cuando mi madre nos avisó que ya Louis, - mi mejor amigo, gay pues no tenía novio, lo contrario a mis amigas, y por ahora no me interesaba para nada - Mathew - novio de Chel - y Héctor - novio de Tay - habían llegado y nos esperaban abajo.

Nosotras, chicas al fin, los hicimos esperar varios minutos fuera ya que aún no estábamos completamente listas.

Cuando bajamos, los chicos al igual que mi madre se sorprendieron bastante...

Chel llevaba unos shorts color crema, una blusita negra super sencilla y unos tennis gucci y el rubio claro de su largo cabello lacio la hacía ver como una diosa. Aún con tanta sencillez junta era hermosa.

Tay no se quedaba atrás; llevaba puestos unos shorts de color negro, blusa color celeste con flores y unos tennis negros completos. El también rubio, pero más oscuro de su cabello risado la hacía lucir espectacular.

Yo, en cambio, marqué un poco la diferencia. No quería ponerme unos shorts así que opte por un vestidito sencillo en blanco y negro y unos zapaticos negros.

Las chicas no llevaban bolsos ni nada por el estilo, en cambio yo tuve que llevar una carterita sencilla que iba de lado en la cual llevaba un pequeño suetter en caso de emergencia, y mi cabello rubio un poco oscuro con un tono más claro en las puntas también me hacía lucir extremadamente sexi.

- Wao - me dijo Louis mientras las parejas de tortolos se alagaban ellos por su lado - estás demasiado hermosa.

Louis llevaba puesta una bermuda marrón, una camisa jean arremangada y zapaticos negros. Su cabello un poco largo y de color negro estaba alborotado y chorreaba gotitas de agua que lo hacian lucir también hermoso.

- Gracias - dije envolviéndome en sus brazos - tú, no te ves mal.

- Jeje muchas gracias. Eso sin contar que dure un tiempo buscando que ponerme para estar así.

- Eres un tonto - sonreí. Era tan hermoso pero lástima, tenía mis mismos gustos.

Héctor llevaba también una bermuda al igual que Louis y Mathew pero de diferentes colores, Héctor negra y Math azul y los dos llevaban camisa blanca arremangadas también hasta los codos.

Los tres lucíamos hermosos, parecíamos sacados de revista.

- Te amo mami, no sé a qué hora regresamos - dije muy lejos de la puerta, evitando que mi madre me detuviera y me cancelara todos los planes de esta noche.

Nos fuímos en un minibús, pues habría tanta gente que quien sabe si los parqueos iban a estar repletos.

Cuando llegamos asi fue, no cabía ni un alma y eso que apenas eran las cinco de la tarde.

Había tanta gente que me sentía en otro mundo. Nunca había presenciado tantas personas juntas y es que ese niño tan hermoso es capaz de traer al mundo a un sólo lugar, sólo para escuchar su hermosísima voz y ver su cara angelical.

Los chicos nos tomaron de la mano y suspiraron para luego comenzar a dar golpes entre la multitud y poder llegar a la entrada en donde recibieron nuestros tiquets y nos indicaron por donde irnos. Por suerte estábamos en el área vip guestt porque, de lo contrario estuvieramos super apretujados en medio de esa gran multitud de personas y con un calor inmenso.

La música sonaba, techno, una mezcla que hacía vibrar y temblar el lugar. Pues, a pesar de todo, todos comenzaron a saltar, aplaudir, incluso hasta cantar algunas canciones...

Después de como media hora, todo se apago y todos nos sobresaltamos.

Comenzó a sonar el ritmo de una de sus canciones nuevas y los gritos que escuchaba parecían salidos de un manicomio, aunque no puedo hablar, yo también me volví loca y comencé a gritar como nunca antes y es que, esos eran los efectos que "The Bigg Boss" provocaba en sus fans, su público...

Insoportable errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora