Insoportable error

¿Por qué?

Dylan estaba besando a otra. Dios y yo como idiota pensando el él.

En ese momento sentí algo tan extraño en mí, algo tan... nuevo ¿esa era la palabra?...

Me quedé mirándolo con los puños apretados. Cuando me miro vi que hacia señas a algunas personas que hay también se encontraban y después se acercaba a mi sonriente. Di media vuelta como pude y empece a caminar directo a donde estaban los chicos.

- Espera - dijo muy cerca de mí. No quería verle, quería desaparecer de allí y no volver a saber de él. Estaba claro que era cosa de una noche pero... ¿qué me estaba pasando por Dios? no podia tratarlo asi. No eramos nada ¿no?

Sentí que tocaba mi mano y una corriente se apoderó de mí.

- ¿Qué te pasa Esthefany? - dijo volteándome para quedar frente a él y muy cerca. En ese momento me puse muy nerviosa al escuchar mi nombre en sus deliciosos labios y al ver por primera vez su hermosísimo abdomen al descubierto. No me había equivocado, parecía un Dios, demasiado precioso.

Gotas de sudor resbalaron por su pecho y desee en ese momento ser una de ellas.

- Hey - dijo y salí de mi trance.

- No pasa nada, debo irme - dije tratando de soltarme de su agarre pero sus fuertes musculos no me lo permitieron.

- Pero si acabas de llegar.

- Sólo... quiero irme - dije de manera indiferente. No quería que notara que me ponía nerviosa tenerlo así como estaba y sin poder tocarlo.

- ¿Por qué me tratas así? - dijo algo confundido.

- ¿Te mereces un mejor trato? - por un momento olvidé como estaba y le grité mirándolo lleno de rabia por lo que había presenciado.

- A ver ¿qué te pasa? - dijo ya astiado de mi comportamiento.

- No me pasa nada - dije bajito. No te comportes así.

- Entonces ¿por qué estás así conmigo? - dijo acercándose más a mi cuerpo y a mis labios.

- No lo hagas - vi sus intenciones y lo que menos quería era saborear sus labios después de ver a otra haciendo lo mismo.

- ¿Por qué?

- ¿Crees que soy plato de segunda mesa Dylan? - me callé de golpe. Me arrepentí de haber dicho eso.

- ¿Hablas de lo que paso hace rato? Por dios Fany - me encanto mi nuevo apodo - estaba actuando y además, no tienes derecho a comportarte de esa forma - al parecer se arrepintió de haber dicho eso.

- Debo regresar - dije con la cabeza abajo.

- Lo siento - era la verdad y no lo culpaba.

- Dijiste la verdad ¿no? ¿por qué te disculpas?

- No debi decirlo de esa forma - dijo acercándose nuevamente a mí, esta vez pude sentir su aliento en mis labios y su cuerpo demasiado pegado al mío.

- Lo hiciste y ya está claro y anda que tu amiguita se acerca - vi como se acercaba rapidamente.

Cuando volteó me solté de él como pude y puse un poco de distancia entre los dos.

- Buenas ¿me presentas cariño? - dijo enganchándose de su cuello y brindándome una sonrisa hipócrita.

- Ehm. no hace falta conocernos - dije decidida - que tengan una bonita tarde y que disfruten mucho - le miré por última vez y luego comencé a caminar en dirección contraria a donde él y esa arpia estaban.