Insoportable error

¿Qué quieres estúpido?

Cada segundo que pasaba era más interesante y la adrenalina y la emoción de todos empezaba a aumentar cada vez más.

Dios, todavia no lo podía creer. Venir a un concierto de ese hombre era mi sueño, un sueño hecho realidad pues, era la primera vez que cantaba en mi país, República Dominicana.

Fueron tantas emociones juntas que las chicas y yo nos unimos por varios minutos y comenzamos a cantar al compás con él y las personas que allí se encontraban presentes. Todo fue espectacular.

Hubo un momento en el que no sentía mi garganta y esta pedía a gritos algo líquido.

Miré a todos lados como pude y distinguí una barra.

- Voy por algo de tomar, ahora vuelvo - dije.

- ¿Quieres que te acompañe? - preguntó Louis. Negué.

- No hace falta, no te preocupes - él como todos estaba disfrutando, demasiado diría yo.

Le dí un beso casto en la mejilla y me alejé de allí abriendome paso entre la multitud para llegar a donde vendían las bebidas.

- ¿Qué desea chica hermosa? - me sonrojé un poco.

- Una coca cola, por favor.

- En seguida - me guiñó el ojo y se fue.

- No puedo creer que una chica tan hermosa como tú y en un lugar así sólo desee tomar una coca cola - dijo alguien detrás de mí. Me voltié y me sorprendí bastante. Ví frente a mí a uno de los seres más hermosos de la tierra.

Me quedé embobada con su sonrisa por unos segundos...

- ¿No piensas decirme nada? Deja de morderte el labio que me desesperas - reaccioné y caí en la realidad. Hice de cuenta que no era nadie pues, estaba completamente segura de que era un modelo o algo parecido ya que, esta zona mayormente estaba repleta de eso pero, no le daría el lujo de rebajarme a tanto.

- ¿Qué quieres estúpido? - dije tomando mi coca cola y dándole un pequeño sorbo.

- Creo que éres la primera chica que me llama de esa forma - reí sarcásticamente.

- No sé porqué te sorprende si eso es lo que eres - fruncí el ceño.

- ¿Sabes? Me gustas - dijo acercándose a mi más de lo debido.

- Déjame en paz.

- Será imposible no pensar en tí después de esto.

- No me interesa, apártate - quice hacerlo a un lado pero cuando iba acercándome a mis amigos, sentí que me seguían. Cuando voltié lo primero que sentí fueron unas fuertes manos rodear mi cuello y unos carnosos labios estampándose contra los míos.

Me perdí, el roce y su dulce aroma me volvieron completamente loca y en ese momento sentí una oleada de sentimientos.

Después de segundos que parecieron eternos y de él tomar todo de mi, se separó y me miró fijamente a los ojos mientras yo me mordía el labio desesperadamente y llena de verguenza.

- ¿Por qué...? - sólo pude decir.

- Lo siento, en verdad quería esto.

- Debes controlarte, ni siquiera me conoces - dije agachando la mirada.

- Chicas como tú vuelven loco a cualquiera - dijo haciendome volver a perder en sus hermosísimos ojos.

- Contrólate - no lo hagas, vuelve a besarme.

Y como si fuera posible, leyó mis pensamientos y volvió a aferrar sus labios contra los míos, esta vez en un beso lleno de pasión y desenfreno.

Chocó su frente con la mía y me envolvió entre sus brazos, al parecer se dio cuenta de que tenía un poco de frio.

- ¿Viniste sóla? - preguntó muy cerca de mis labios.

- Ehm, no. Mis amigos están en algún lugar de esta multitud.

- Vamos, te acompaño. No quiero preocuparlos - dicho esto nos acercamos a donde se encontraban los chicos y cuando llegamos todos se sorprendieron al ver a la persona que me tenía agarrada de manos...