Ven Conmigo [Recuerdos Fugaces #1]

Capítulo 1

Emma White

Recuerdo que estaba a fuera del colegio en el que estaba en esos años, por esos tiempos por alguna razón me gustaba observar a las personas imaginando la vida que llevaban o lo que pensaban. Era muy entretenido realmente.

Y me cruce con su mirada, sus ojos reflejaban tanta tranquilidad y paz, que cada que lo veía me hacia sentir bien, el recuerdo de sus ojos en esos momento es el que mas me gusta.

— Hola, bonita— la forma en la que me hablaba me hacia sentir especial.

— Ah que bueno que llegaste— dijo Fabiola antes de que yo pudiera responder— ¿Me ayudas a cargar esto por fis? – le entrego su mochila y el solo la tomo y volvió a mirarme— Emma, ¿Si vas a poder ir a mi casa al rato?

— Si Fabi— respondí.

— Ven ayúdame a hablar con la mamá de Maia.

— ¿Yo por qué? — pregunto él.

— Porque al parecer los adultos confían mas en ti que en mi— Comenzó a jalarlo del brazo y el de alguna forma me tomo de la mano para caminar junto a ellos.

Llegamos a donde estaban Maia y su madre la cual nos miro a los tres.

— Hola, mucho gusto señora, soy Matias, el tío de Fabiola— le extendió la mano a la madre de Maia.

Ellos dos comenzaron a hablar sobre lo que nosotras haríamos hoy, mientras que nosotras estábamos deseando que le dieran permiso a Maia.

Por un rato yo seguí viendo a las personas que seguían ahí y alcance a ver a Mabel junto a Jean el chico que incluso al día de hoy sigue siendo mi mejor amigo, note que ambos me llamaban así que intente ir con ellos, pero Matias apretó ligeramente mi mano dando a entender que no me soltaría, Así que yo les hice señas para que ellos vinieran a mí y así fue.

— Ahí está mi gran amiga— Jean me abrazo, siempre me sentí bien con sus abrazos.

— Nos acabamos de ver.

— Lo sé, pero te amo tanto que unos minutos sin ti se me hacen eternos.

— Dramático— dijo Mabel— Emita chula precios amiga del alma.

— ¿Qué necesitan? — los conocía a la perfección.

— Hicimos una apuesta— dijo Jean— en donde yo ganaba si tu decías que me amabas.

— ¿Y qué vas a ganar?

— Una gran comida— dijo y yo miro a Mabel.

— Mañana voy a traer pai de limón y se lo daré.

— ¿Me darás la mitad? — le pregunte a Jean y el asintió— Jean, te amo con todo mi alma y para toda la vida— sé que en ese tiempo no era completamente mentira lo que decía.

— Eso es trampa, claro que lo iba a decir porque son amigos.

— Tu solo dijiste que el trato era que alguien dijera que me amaba.

— Pudiste pedírselo a tu novia— dije yo, la verdad es que si me sentía celosa de ella.

— Ella ya se fue.

Antes de que pudiera responder sentí que Matias volvió a apretar mi mano así que lo mire.

— ¿Nos vamos? — pregunto Fabiola.

— No sé, ¿Nos vamos? — me pregunto él.

— ¿Qué más quieres de mí, Jean? — no pensé que más adelante diría la misma frase, pero en diferente situación.