Capítulo 3

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La historia de Emilio; mi hermano realmente no es nada del otro mundo. Cuando mis padres se separaron, mi papá decidió llevarse a Emilio, lo alejo lo mas que pudo de nosotras, en su momento no entendía la razón, pero las veces que pude hablar con el me decía que el lugar en donde estaba había cabañas y era cerca del mar, siempre quise ir a ese lugar. Después de algunos años el regreso, pero estudiaba en una escuela diferente a la mía. Con el tiempo fue haciendo amistades hasta que conoció a Matías y se fueron haciendo muy buenos amigos. Dos de los chicos que estaban dispuestos a hacer cualquier cosa para protegerme.

Hubo un día en el que Harley se acerco a mi pidiéndome hablar, dijo que quería hacer las pasa conmigo e intentar llevarnos bien, al final de cuentas ninguna de las dos habíamos hecho algo mal, obviamente acepte; era la novia de mi mejor amigo.

Ese mismo día Matías nos invitó a todos a una fiesta, aunque realmente solo me quería invitar a mi, pero cuando el llego yo estaba con mis amigos y no tuvo otra opción que llevarnos a todos. Quedo en pasar por nosotros en la noche a mi casa, ese día estaba realmente nerviosa, quería estar con Matías en toda la fiesta, pero mis planes cambiaron.

Esa noche a la primera persona que me presento fue a Lucia; su mejor amiga, la chica mas encantadora que he podido conocer. Para ser sincera al principio le tenia un poco de celos, se notaba que era alguien muy cercana a Matías. Desde ese momento mi noche ya no estaba tan bien. Cuando llegamos a la fiesta me encontré con Dante, tenia tiempo que no lo veía así que hablamos un poco hasta que Lucia llego y me pido hablar, yo me esperaba lo peor; tal vez ella era una de esas amigas insoportables que no dejaban que otras chicas se acercaran a su amigo. Pero no fue así, me dijo que ella solo era amiga de Matías, antes de que Matías se mudara definitivamente vino de visita durante bastante tiempo y ellos se conocieron desde pequeños. Entendí que realmente no tenia razones para estar celosa.

Cuando me di cuenta que Matías ya no estaba conmigo decidí comenzar a buscarlo, lo encontré en el segundo piso hablando con alguien, recuerdo que hablaban de una chica la cual a Matías le parecía demasiado perfecta.

Y cuando me acerque a ellos ahí estaba la segunda persona que me presentaría, Federico; su mejor amigo. Me sentí bien cuando lo conocí a el, fue como si algo nos hubiera conectado.

Esa noche Matías recibió una llamada de su padre, habían discutido, yo intente acercarme a el, pero el estaba muy molesto, por lo que yo me moleste por la forma en la que me hablo así que aleje de el en ese momento. Y después me volví a encontrar a Federico, hablamos durante un rato, recuerdo que me conto como fue que conoció a Matías.

— Lo conocí hace algunos años— me dijo— los tres éramos unos niños.

— Tu, Matías y Lucia, supongo.

— Así es, los tres siempre hemos sido inseparables

que era lo que a el le gustaba, durante la conversación me hizo varios complidos con los cuales no pude evitar sonreír. A los minutos Matías me pido disculpas por haberme hablado mal. La llamada era de su padre, habían peleado; en ese tiempo ellos no se llevaban tan bien, se amaban, pero les hacia falta comunicación. Matías le tenía mucho rencor a su padre, mas bien le tenia rencor a la vida, pero lo reflejaba en su padre, y su padre no sabia como manejar la situación. Entonces en esa pelea su padre termino echando de casa a Matías y el con lo orgulloso que era claramente se fue. En ese momento me di cuenta que yo también haría lo que sea para que el estuviera bien, así que le ofrecí quedarse en mi casa en lo que el buscaba algún lugar.

— ¿Por qué no se quedo en la casa que te enseño? — me pregunta con cara confundida.

— Porque no era el tipo de lugar para quedarte a vivir, solo era un lugar para pasar el rato.

Realmente el y yo no necesitábamos hablar mucho, muchas veces con la mirada nos decíamos todo. Me gustaban mucho sus ojos, siempre me parecieron hermosos.

Al día siguiente acompañe a Matías por sus cosas, recuerdo que no había nadie en casa, así que intentamos guardar todo lo más rápido que pudimos, pero cuando nos dimos cuenta su padre ya había llegado. El estaba hablando con Kali su esposa sobre Matías, Kali siempre defendió a Matías sin importar que; así que logro que se pidieran perdón mutuamente, pero aun así Matías no quiso regresar a vivir con ellos. Esa fue la primera vez que los conocí, vaya manera de conocer a los padres de tu chico.

Fue un poco complicado decirle a mi mamá que Matías se quedaría con nosotras, al principio se negó diciendo que no tenía la economía para mantenernos a los tres, pero Matías le dijo que el tenía trabajo y que sus gastos los pagaría el, finalmente mi madre terminó aceptando. Juntos limpiamos una recamara que vacía y la adaptamos para que el se sintiera como y como si fuera un integrante más de la familia, me pidió que no le dijera a nadie que estaba viviendo conmigo para no meterlos en problemas, me pareció raro, pero respete su decisión.

Hubo una vez en la que Matías salió muy temprano de la casa, lo único que me dijo es que tenia que ir a resolver unas cosas y yo no quise cuestionarlo, pero desde ese momento debí comenzar a sospechar.

Un día me llego un mensaje de un número desconocido hasta que me dijo que era Federico, se me hizo extraño que tuviera mi número, pero el explico que era porque lo había sacado del teléfono de Matías. Me hizo gracia porque yo también había robado el número de Matías del teléfono de Fabiola.

Hubo un momento en el que Fabiola decía que estaba muy preocupada por Matías, ya que no sabía dónde estaba y tampoco le respondía los mensajes. Quise decirle que el estaba bien, pero era traicionar a Matías.

— Pero también estabas traicionado a tu mejor amiga.

— Lo sé, pero hay veces en las que debes elegir un lado.

Aun así, un día Matias fue por mí a la escuela, le insiste en que hablara con Fabiola y el termino aceptando. Calmo toda la precaución de Fabiola en esa charla.

Ese mismo día me atreví a dar el paso yo y le pedí a Matias una cita, no tenia ni la menor idea de adonde lo llevaría, pero el acepto. Esa fue nuestra primer salida a escondidas, fuimos a un pequeño parque de diversiones, pero casualmente nuestros amigos también estaban ahí; por más que intentamos evitarlos nos terminaron descubriendo.

Una vez Matias me mostró su galería, tenía un álbumlleno de fotos mías. Ese tipo se recuerdos siempre van a estar en mi mente.

 Ese tipo se recuerdos siempre van a estar en mi mente

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Ven Conmigo [Recuerdos Fugaces #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora