LOVE STORY (Larry - Ziall) EN EDICIÓN

He (Larry)

La primera vez que lo vi fue como ver un ángel... Error, así no comienza esta historia. No es la típica relación donde los protagonistas se enamoran a primera vista, para nada.

La primera vez que lo vi fue gracias a Sara, una amiga. Ella me confesó que le gustaba ese chico, pero que no sabía como hablarle, riduculo, ¿no?
Entonces me pidió que yo le hablará primero y luego se lo presentará. Lo que fue totalmente falso. Louis y yo comenzamos a ser muy amigos, de hecho los mejores. Pero cuando le presenté a Sara, ¡él ni siquiera se molestó en hablarle!, la ignoro completamente. Eso fue algo que no me molestó en lo absoluto.

Después de un año de ser mejores amigos, Louis me confesó su amor eterno y me pidió con un ramo de rosas que fuera su novio, oww. Pff, no se crean toda esa charlatanería, eso tampoco paso.

Más bien, comenzamos la famosa relación de amigos con beneficios, así duramos dos largos años y al final decidimos terminarla. Al entrar a la universidad cada uno se fue por diferente camino. Lo extrañaba, como se extraña a un viejo amigo. Le quería, pero no le amaba. Me gustaba, pero no para tener una relación.

Paso tres años desde la última vez que nos vimos y en ese tiempo tuvimos múltiples relaciones y polvos con diferentes personas. No pensábamos el uno en el otro, es más, ya ni siquiera me acordaba de haber conocido a un Louis Tomlinson. Tampoco me acordaba de esa última charla que tuvimos o del último follon.

En esos tres años salí con Nick, el chico del cual me enamoré o mejor dicho me en capriche. Terminamos por la misma razón que terminan todo el mundo, nos aburrirnos del otro.

No me acordé de él esa vez que nos subimos al mismo transporte y estuvimos uno alado del otro. No me acordé de él esa otra vez que chocamos.

Me acordé de él cuando salí de la universidad y, en el trabajo, nos tocó ser compañeros.

Nuestra amistad no comenzó de inmediato, al principio nos ignorabamos. Meses después volvimos a hablar y a tener un acuerdo de sexo sin compromiso.

Al siguiente año él conoció a una chica, Eleanor, con la cual comenzó una relacion formal y terminó nuestro acuerdo. Esa vez no me dolió, lo entendía.

Me dolió hasta el día que me dijo que le había propuesto matrimonio, ahí fue entonces que me di cuenta que estaba enamorado de Louis. No se desde cuando y no me interesa saberlo, lo único que interesaba era ese sentimiento que no se iba.

Ellos se casaron y vivieron felices por siempre, tuvieron tres hijos: Sophia, Charlotte y Christian. Error, eso tampoco fue cierto...no esperen, eso sí fue verdad. Quitando el felices por siempre.

Eleanor y Louis se divorciaron y él regreso a mi. Nos quedamos con sus hijos y vivimos felices por siempre, eso sí es verdad.

Las mejores historias de amor no siempre son las mejores, ni las más bonitas o conmovedoras. No importa como es contada la historia, por quien o lo que sucedió, lo único que importa es el sentimiento que se esconde tras ella.

Aprende a amar con el corazón, no con los ojos. Dicen que si te enamoras como ciego, amas como sordo y vives como mudo.

Me enamoré de ti sin conocerte, te ame sin escuchar tus errores y vivimos nuestra historia de amor sin hablar con el mundo.