—Vamos Lou, cuéntame un cuento—los ojos de Harry brillaron de felicidad, derritiendo el corazón de Louis—por favor, Lou.
Oh dios, estaba tan muerto. Él haría cualquier cosa por Harry.
—Pero soy muuuuy malo inventando cuentos, no tengo mucha imaginación—trató de persuadir al niño.
—Vamos, Lou. Por favor...¿sí?
Louis terminó de entrar a la habitación. Dejó con cuidado el vaso de leche de chocolate en la mesa a lado de la cama de Harry y se arrodilló a su lado, sosteniendo su pequeña mano derecha entre las suyas más grandes.
—Había una vez—comenzó recurriendo a la frase más usada en los cuentos infantiles, junto al Era se una vez—un pequeño príncipe de ojos verdes.
—¿Verdes? ¡Mis ojos son verdes Lou! Sigue, sigue.
—Si, cariño. Los ojos del pequeño príncipe son iguales a los tuyos.
Bien, toma tu leche mientras sigo contándote el cuento.Harry tomó entre sus manitas su vaso con un unicornio estampado y tomó un pequeño sorbo, dejando una mancha café en su bigote.
Es tan Hermoso.
—Era el príncipe más hermoso de todos los reinos. Todos los Reyes querían que fuera el prometido de sus hijas, pero sin embargo, el príncipe aún era muy pequeño para casarse. Pero eso no impidió que los Reyes siguieran insistiendo. Cada día a cualquier hora, había una larga fila de princesas y doncellas afuera del palacio, a la espera de tener por lo menos un minuto con el bello príncipe. A la vista de que no se iban a dar por vencidos, el rey George contrató a un plebeyo del pueblo más lejano al reino y lo llevó al palacio convirtiéndolo en caballero. El caballero tendría el trabajo de cuidar y proteger al pequeño príncipe, así crecería seguro y fuera de las garras de los monstruos (personas).
Cuando el caballero conoció al pequeño príncipe de inmediato supo que su corazón ya no era suyo y que cada día por el resto de su vida la pasaría protegiendo al príncipe de sonrisa dulce.
Los años pasaron y el pequeño príncipe creció convirtiéndose en un hermoso hombre, y no sólo era su belleza interior lo que lo caracterizaba, sino lo bello que era por dentro. Al mismo tiempo que el príncipe creció, el amor del caballero por él igual lo hizo. Él sabía que el príncipe había llegado a la edad adecuada para cuidar de sí mismo, pero se resistía a irse. No podía dejar a su chico de sonrisa dulce.
Pero, como era de esperarse, el tiempo para matrimoniarse llegó y con ello la desdicha del caballero. No podía creer que el príncipe ya no sería su príncipe, sino de ella, la guapa princesa del oeste con la que lo habían comprometido. El caballero sabía que ella jamás lo amaría con la misma intensidad que él, porque ella nunca se tomaría el tiempo para conocer al príncipe de todas las formas posibles.
El día de la boda desdichadamente llegó, rompiendo el corazón del caballero.—No, Lou. Ese cuento ya no me gusta—Harry hizo un puchero con sus labios batidos de leche y cruzó sus brazos, frunciendo el ceño.
—¿Por qué no, H? Pensé que te estaba gustando—Louis le sonrió con amor.
—Porque no quiero que el príncipe se quede con ella, él ama al caballero.
La confusión batallo con el asombro y la felicidad en el corazón de Louis. No sabía qué hacer o qué decir, era Harry el que acababa de decir eso. Con sus pocos 10 años de edad ya sabia el significado del amor.
—¿Cómo sabes que el príncipe ama al caballero también? Yo jamás mencione eso.
—Porque el príncipe soy yo Lou y tú eres el caballero—sonrío alegre, con las mejillas sonrojadas—y yo no quiero a ninguna princesa, yo te quiero a ti Lou.
Sudor frío recorrió el cuerpo de Louis, haciéndolo temblar de pies a cabeza. Dios, Harry no podía estar diciendo eso. Era muy pequeño. Pero eso no evita que un pequeño sentimiento de esperanza y felicidad albergue a su corazón, claro que eso no lo admitiría.
Harry era muy pequeño.—Si, Harry. Yo igual te quiero, cariño. Somos mejores amigos. Ahora déjame seguir con la historia.
Al ver que Harry asintió, le dio un leve apretón a sus manos y cerró los ojos.
—El príncipe se arregló para su boda, vistiendo el traje más caro del reino. El castillo de adorno gloriosamente para la celebración, pues quien se cazaba era el primogénito del rey George y al fin y al cabo, algún día el príncipe sería el rey.
El caballero, desolado, decidió que su corazón no aguantaría ver a su niño cazarse; no era tan fuerte. Así que tomó la decisión más importante de su vida, irse para dejar vivir feliz al príncipe. Mientras todo el mundo andaba ocupado con los últimos detalles para la gran celebración, el caballero escribió una carta al rey dándole las gracias por permitirle tener el trabajo y explicándole el motivo de su renuncia. Escribió una segunda carta para el príncipe, diciéndole cortamente que se cuidará a sí mismo y que lo llevaría por siempre en su corazón, pero que por motivos del destino la despedida era inevitable. Y sin llevarse ninguna pertenencia física (ni siquiera su corazón) salió por las puestas grandes del castillo y con un último adiós silencioso dirigido al príncipe de sonrisa dulce, se fue. Emprendió su camino a lo que sería su nueva realidad. Sabía que jamás volvería a amar, pues su corazón lo había dejado en las manos del príncipe.Louis abrió los ojos, despertando de su narración. Espero y espero a ver la reacción de Harry, pero cuál fue su sorpresa cuando llegó. Lagrimas salieron incontrolable mente de los ojos de Harry, preocupando a Louis. No entendía la reacción del niño.
—Cariño, ¿por qué lloras?
Harry se lanzó a sus brazos, aplastando su rostro en el cuello de Louis—¡No, Lou. Por favor, no te vayas! No me dejes, no me quiero quedar solito.
El pecho de Louis se apretó con amor y pesar. Las palabras atascadas en su garganta.
—Shh, tranquilo, cariño. Estoy aquí y no me pienso ir.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo
Aquí acaba la parte uno de esta pequeña historia :)
Historia 1/4
Nos leemos después 😘
ESTÁS LEYENDO
LOVE STORY (Larry - Ziall) EN EDICIÓN
FanfictionSeries de historias cortas (Larry & Ziall) NUEVA PORTADA EDITANDO ;) . . . Nuevo nombre: LOVE STORY Antiguo nombre: One Shots