SOLEDAD

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He Tian, luego de enterarse del asesinato de su queridísimo hermano, quedó devastado, no sabía qué hacer ni a dónde ir. Su hermano era una de las personas más importantes en su vida, lo había criado como a un hijo debido a la ausencia de sus padres. He Tian tenía tan solo 5 años cuando sus padres lo dejaron a cargo de su hermano. Él no le dio importancia a ese hecho ya que rara vez veía a sus padres. Así que, desde ese momento en adelante, su hermano lo había sido todo, y juró que se vengaría de la persona que lo había matado.

Su hermano había sido asesinado a sangre fría con una pistola, fue un tiro limpio en la cabeza, no les dio tiempo ni siquiera a llamar a una ambulancia que ya había muerto. El asesino en ese momento salió corriendo antes de que lo siguieran.

Los amigos de He Cheng, a pesar de todo, habían llamado a una ambulancia y cuando esta llegó, estaba acompañada de una patrulla de policías. Los policías tomaron muestras de la escena del crimen y luego de todo eso se llevaron el cuerpo para realizarle la autopsia.

Al día siguiente se realizó el entierro, allí se encontraban todos los familiares de He Tian y su hermano, también estaban Zhang ZhenXi acompañado por Jian Xi. Algo que le sorprendió al pelinegro fue la presencia de Mo, no se imaginaba que él estaría allí, haciéndole compañía, de algún modo estaba más feliz, pero seguía sintiéndose mal.

Al finalizar el funeral, solo quedó He Tian allí, pero al salir y para su mera sorpresa, el pelirrojo lo estaba esperando. Mo no tenía pensado dejar a He Tian solo, era consciente de lo importante que fue su hermano para él y lo que su perdida podría causar. El pelinegro tenía una cara que, con solo mirarla, se podía decir todo el sufrimiento con el que estaba cargando.

_ Ven aquí... _ dijo Mo con los brazos abiertos

He Tian no pudo resistir y se abalanzó sobre él, las lágrimas no tardaron en salir. Mo estaba ahí, abrazándolo bien fuerte para que no se sintiera solo, acariciaba su espalda y cabeza para tratar de calmarlo...

_ ¿Puedes quedarte esta noche conmigo? _ preguntó He Tian aún en los brazos de Mo.

_ ¿No pensabas que te iba a dejar solo o sí? _ dijo Mo soltando el abrazo para mirarlo a la cara. _ven, vamos. _

Al llegar al edificio, Mo notó la tristeza en los ojos de He Tian, le llegó tanto que no pudo evitar darle otro abrazo, el cual fue correspondido de inmediato.

_ ¿Quieres que vayamos a mi casa? _ Mo sabía que no era un buen momento para que el pelinegro este ahí luego de la muerte de su hermano, ya que ese departamento se lo había dado él.

_ No, está bien, si tú te quedas no me va a pasar nada. _ dijo con seguridad el pelinegro.

_ Bueno, está bien, si tú lo dices_

Entraron al apartamento y He Tian fue directo a darse una ducha mientras Mo cocinaba algo para que comiera.

Mientras el pelirrojo estaba cocinando, escuchó un golpe fuerte proveniente del baño, así que fue corriendo a ver qué pasaba.

Cuando vio a He Tian tirado en el suelo llorando, sintió como su corazón se apretaba. Mo se agachó para poder levantar al pelinegro, pero este no podía, seguía en el suelo llorando, no estaba ni siquiera cambiado, pero a Mo no le importó, lo agarró y levantó como pudo y lo llevó a la pieza, lo sentó y lo empezó a vestir. A Mo le dolía tanto ver así a su amigo, él le quería demasiado y bien sabía que ese querer no era de una simple amistad.

He Tian todavía no podía creer lo que había pasado, se le dificultaba creer que su hermano no iba a estar más con él. Cada vez que pensaba en eso sentía una angustia impresionante en su pecho, pero debía de admitir que estaba un poco más tranquilo debido a la compañía de Mo, quien él sabía que no lo iba a dejar solo y menos ahora.

_ Mo ¿Puedes dormir conmigo esta noche? _ preguntó el pelinegro inseguro

Mo no sabía para dónde mirar, su cara estaba más roja que su cabello. Tomó un fuerte respiro con un poco de valentía y accedió...

_ Está bien... _ dijo un poco tímido.

_ ¿Seguro? _ volvió a repetir el pelinegro.

_ Sí, y no me hagas arrepentirme... _ dijo con una mirada desafiadora, pero él sabía que He Tian no se lo iba a tomar en serio, y estuvo en lo cierto porque este se rio de su comentario del pelirrojo.

_ Pero primero vayamos a comer, ¿sí? _ dijo el pelirrojo llevando a He Tian a la cocina.

Al terminar, Mo envió a He Tian a su habitación para que se vaya acostando, él iría cuando terminara de limpiar la cocina.

He Tian obedeció al pelirrojo y se fue a su habitación, pero cuando llegó, sintió una soledad invadirle su ser. Se tiró en su cama, estaba vacía, fría y sin nadie. Antes de que se diera cuenta, lágrimas volvían a correr por su rostro.

Mo ya había terminado de limpiar y como ya estaba bañado fue directo a la habitación del pelinegro. Lo que vio al entrar le partió el corazón, He Tian estaba llorando de nuevo, esto a él no le gustaba nada, lo quería demasiado. Así que se sentó en su cama y empezó a hacerle caricias en el pelo, luego por su rostro, eran unas caricias tiernas que transmitían cuidado y cariño, transmitían compañía que era lo que He Tian necesitaba en este momento.

Al rato, He Tian ya había parado de llorar y se había dormido, el pelirrojo aprovechó la situación para recostarse y acurrucarlo en su pecho mientras le volvía a acariciar el pelo.

TRAGEDIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora