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PENÚLTIMO CAPÍTULO



-- No, me niego, no te voy a dejar hacer eso, _____ -- susurró alto Rick, señalándome con el dedo.

-- No me importa que no me dejes, lo voy a hacer igual, Rick, no eres mi padre -- dije llorando, esas últimas palabras cargadas de veneno tuvieron que dolerle, me dolieron hasta a mi.

Rick pasó sus manos por sus ojos, los cuales estaban húmedos en señal de que iba a llorar.

-- No, no soy tu padre, lo sé -- soltó aire -- pero te quiero como si fueses hija mía.

-- Yo te quiero como un padre, pero soy la puta cura, no voy a condenar a las personas que amo a vivir en un lugar como este por no perder mi vida. No, Rick, merecéis un lugar donde vivir tranquilos, donde poder descansar sin miedo al no saber si esa será vuestra última noche -- negué llorando -- no me lo perdonaría.

-- ¡Piensa en Carl, ______! No le puedes hacer eso a él, ¡le has devuelto las ganas de vivir! ¡Piensa en Daryl, eres como una hija para él! ¡Piensa en mí! ¡En Carol! ¡En Ezequiel, Shiva, en todos!

-- ¡Precísamente por vosotros hago esto! -- me coloqué bien el arco -- esta va a ser mi última noche aquí y no se hable más, es MI puta decisión, vosotros aquí ni pincháis ni cortáis -- dicho esto caminé hasta la casa de nuevo. Abrí la puerta y me encontré con Carl en el sofá, mirando su sombrero (el cual tenía en las manos). Me miró y mordió su labio.

--Con que... Nos abandonas de nuevo, ¿no es así? -- habló con un deje de tristeza en su rostro.

Mi boca estaba ligeramente abierta por la sorpresa ante sus palabras, solo me quedó agachar la cabeza.

-- Sí, -- me quité el arco del hombro y lo dejé en el suelo, luego me encaminé al sofá y me senté a su lado -- pero esta vez es para salvar el mundo -- agarré sus manos y suspiré -- tengo que hacerlo...

-- No, no tienes por qué -- susurró mientras negaba -- eres consciente de que si vas con él morirás, ¿no?

-- Lo sé, pero salvaré...

-- ¡Salvarás el puto mundo y yo te perderé! -- sollozó un poco -- ¡Todos te perderemos, ______! -- con sus manos cubrió su cara mientras dejaba salir algunos sollozos más.

Esto me partía el corazón.

-- Te quiero, Carl, sí que lo hago, y por eso tengo que hacerlo -- puse mi mano en su pelo y lo acaricié -- te quiero tanto que no quiero que temas por tu vida. Te quiero de tal manera que quiero que vivas, que te cases, que tengas hijos y agobies por las facturas. Te quiero, por eso tengo que hacer esto.

Carl me miró con los ojos llorosos y aún así me besó, aceptando mi destino.

Moriría solo para que ellos viviesen.

Yo, la cura y tu locura(Carl Grimes) RiggersAwards2019 #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora