one shots Spencer Reid

18.1

Lo ultimo que supo de ella fue que iría con sus padres unos días pero después de dos semanas supo que algo estaba mal, la llamo pero nunca le respondió, le llamo a sus padres pero como de costumbre le colgaron nada más lo escucharon hablar y por ultimo le llamo a su hermana quien continuo diciéndole que todo estaba bien y que su hermana continuaba en casa de sus padres

No obtuvo información alguna, no podía pedirle a García que la investigara le había prometido antes que nunca lo aria. Todo el equipo estaba muy preocupado por el pero se obligaron a pensar que era por su madre y debido a que era un tema complicado para el no le preguntaron nada.

Pero no era el único que sufría, en el hospital la hermosa joven de ojos claros se pasaba los días y noches sedada, la primer semana se podían escuchar los gritos de dolo por todo el pasillo en los minutos que pasaban sin sedarla. Tanto Rossi como su hermana se mortificaron viéndola tendida en la cama con la cabeza y mayor parte de la cara vendada, preguntándose si valía la pena tanto dolor pero ya no podían retractarse.

La segunda semana ya no necesitaba tanta medicación y podía estar despierto por el día y por la noche dormía tranquila y se notaba en su voz la emoción por volver a ver y más específicamente por ver a su novio.

El lunes de la tercer semana el doctor aviso que podrían quitar las vendas y examinar si la operación había funcionado, debían estar todos al medio día para hacerlo. Era la hora de llamar al genio y no sabían como reaccionaria el era de un carácter difícil pero si realmente amaba a la chica lo haría, comprendería por que lo había hecho así.

Mientras tanto el genio se encontraba en Denver junto al equipo detrás de un sujeto que sacaba los ojos a sus victimas, que irónica puede ser la vida. Cabe decir que en esos momentos estorbaba mas de lo que ayudaba, en realidad nadie lo soportaba y contestaba de mala manera a todo lo que le preguntaban, estaba a un par de berrinches más de que su jefa de unidad lo enviara a casa y lo castigara un par de semanas r dejar que su vida personal se interpusiera de mala manera en su trabajo.

Justo a las 9 dela mañana recibió una llamada de Rossi, cosa que lo impresiono pue se había tomado un mes de licencia －Reid－ escucho la voz de su mayor, quien estaba audiblemente nervioso.

－¿qué pasa estas bien?－ pregunto preocupado saliendo de la oficina de la policía que ocupaban durante el caso para recargarse en la pared.

－si, es... bueno es.... es tu novia－ esas pocas palabras tiraron su mundo al piso en par de segundos, sintió un dolor en el pecho que ya había sentido antes cuando Maeve fue secuestrada y se obligo a mantenerse de pie y pensar que todo estaba bien.

－¿qué pasa con ella?－ su voz sonaba rota, como si estuviera a punto de un ataque de pánico.

－hijo, creo que deberías sentarte y...－ no termino de hablar cuando la desesperación se hizo presente en la voz de Spencer y lo interrumpió.

－¡QUE PASA CON ELLA!－ su mente y su corazón no estaban como para tener paciencia.

－ella esta en el hospital－ sintió un dolor parecido al de un disparo recorrerle el cuerpo y por un segundo creyó que vomitaría.

－ella, ella esta...－ ni siquiera podía decirlo, la idea de que ella estuviera muerta o en un peligro grave le era incocebible.

－NO claro que no－ Rossi sabía que era una manera muy brusca de decirlo pero también sabía que era necesario para llamar su atención, el suspiro que escucho al otro lado de la línea lo enterneció －necesito que escuches con atención, la convencí de practicarse una operación que podría regresarle la vista, su hermana la ayudo, la convenció. Yo les ayude un poco. No te lo dijimos antes por que era su deseo que no te preocuparas por ella pero ahora esta bien y mañana le quitan las vendas. Necesito que vengas aquí, ella quiere que seas lo primero que vea cuando abra los ojos, te necesito aquí mañana a medio día－ no hubo respuesta solo escucho sollozos y el celular cayendo al piso.