Ch5: Arreglando parte de la fuga...

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Stella: Wow... no me esperaba visita —lo dijo con una sonrisa en el rostro.

– Lucy: Cuñada solo quisimos visitarte a ti a Lía y a Link, suspiro —le dio una leve sonrisa.

– Stella: Lincoln no me avisó sobre su visita... pasen por favor cuñadas —estaba sorprendida pero alegre.

Entramos, su casa era grande por dentro, la sala tenía unos sofás rojizos.

La mesa del comedor era parecida a la nuestra, era grande.

La cocina estaba detrás de esas puertas vaivén, tenía una puerta que daba al sótano.

Nos invitó a sentarnos en los sofás.

– Stella: Bueno chicas creo que se habrán dado cuenta que Lincoln no está en estos momentos, ha viajado a Kentucky por motivos de su trabajo —les contó con un poco de pena ya que ellas venían a ver a todos.

– Lucy: Pero Stella también veníamos a visitarlas a ustedes, a las dos mujeres más importantes en la vida de Lincoln... suspiro —se lo dijo con una leve sonrisa.

– Stella: Lucy, todas ustedes junto a su madre también son las mujeres más importantes en su vida de Link... Lana, ¿Estás bien? —lo dijo esbozando una sonrisa primero, después con un rostro de duda.

Me había quedado muda, solo escuchaba como conversaban, sinceramente estaba siendo maleducada con Stella.

No sabía que decir, no estaba preparada solo para hablar con ella.

– Stella: Lana, parece que algo te ha dejado muy sorprendida, seguro que será la casa jejeje —lo dijo en tono amigable.

– Lana: Bueno tus muebles son lindos... me sorprende la casa, está tan perfecta... No como la mía que tiene averías en todos lados —dijo de manera tímida pero tratando de sonreír.

No sabía que más decir, acaso alguno en el mundo nunca se ha sentido nervioso, por lo menos en ese momento no sé qué más hablar.

Es tan amable, ahora sé porque es la novia de Linky.

Antes no le daba tanta importancia a Stella, no es por ser grosera pero al estar con Lincoln daba motivos para ignorarla.

Cuando iba a casa la saludaba cordialmente y nada más, eso era los primeros años de noviazgo de ellos.

Pero ahora ya no podía ser así, tenía que madurar, tenía que entender que ella no se merece que la ignore.

– Lana: Stella pero cuéntanos cómo estás tú —tratando de agarrar confianza para conversar.

– Stella: Bueno chicas, que les puedo decir, estoy bien pero bien agotada, desde que Lía vino a mi vida me ha enseñado lo que hacía mi madre cuando me tuvo, estos meses no han sido nada fáciles, despertarse a media noche o en la madrugada no es sencillo llevar ese ritmo cuando eres madre primeriza —lo dijo suspirando pero siempre sonriendo.

– Lucy: Suspiro... hablando de Lía, ¿Ella está durmiendo? —con un tono de ultratumba.

– Stella: Ella se acaba de dormir hace unos momentos, ya que desde las cuatro de la mañana estaba llorando y la he tenido que calmar, bueno ya me lo decía mi madre y mi suegra, que no iba a descansar nada, aún sigo estando sorprendida por como su madre los tuvo a los once y los crió como si fuese natural –lo decía de una manera que causaba gracia, para pasar bien el rato.

Reparando un corazón roto...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora