Ch27: Empecemos por las conexiones del nuevo hogar...

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Tomaba el café con calma, pero no podía mirarlo a los ojos, no porque haya hecho algo malo. Tenía que ser algo más.

Lincoln también tomaba café, solo que en lugar de estar como yo... parecía algo enojado... ¡No! Estaba decepcionado, pero... ¿De mí?

—Lincoln: Creo que pediré otro café, ¿no quieres que pida otra cosa para ti también? —preguntó mirando por la ventana de esa cafetería.

—Lana: Linc... aún no terminas tu café... estamos aquí para hablar sin ocultar nada... no quiero posponer esto —no necesito ni mirarlo para decirle eso y darse cuenta que quería evadir esa conversación.

—Lincoln: Cuatro años... cuatro años es poco para algunas cosas, ¿no crees? —esperaba que ella lo mirara.

—Lana: Tienes razón, cuatro años es poco si fuéramos desconocidos, aunque la experiencia ajena comulgue otra cosa... para mí... nosotros, en realidad han sido más de cuatro años, ¿todo ello no vale? ¿no cuenta? —su tono variaba entre triste y decepcionada.

—Lincoln: Lana, Lana, mírame —logró que lo mirara, tomó aire—. ¿Estás completamente segura de lo que me... expresaste? —no dejaba de presionarla con la mirada.

—Lana: Quieres que te lo confirme por enésima vez, a mí realmente no me fastidia hacerlo una y otra vez —le dio una mirada tierna, pero luego se tornó a una de dudas—. Lo que en realidad me fastidiaría es que tú no hagas lo mismo y dejes en lo más recóndito de ti... y que te excuses... —dio otro sorbo a su café.

Lincoln bebió también su café, no quiso decir nada, se dio cuenta que hizo mal la pregunta, pero no quería admitir que no había alguna cosa que pudiera hacerme "reflexionar" porque no existía algo que negara lo mío... ni lo suyo...

Cuatro años antes...

—Lincoln: Es lo que esperaba —dijo tratando de mostrar una agradable sonrisa.

—Lana: Es perfecto Linc —le toma del brazo y recarga su cabeza en el hombro...

Lía estaba en su asiento del coche, solo los dos bajamos para ver como es la nueva casa. Era de un primer piso, pero grande y en un vecindario muy cercano al centro de la ciudad.

Las personas de mudanza empezaron a llevar todo lo del camión dentro de la casa. Solo había decidido llevar lo necesario de su casa de Royal Woods porque la de aquí ya tenía lo principal que era la cocina, sala, comedor y algunas otras cosas.

Entramos, porque curiosamente ya estaba abierto, y vimos que era muy espacioso, Lía no dejaba de mirar con curiosidad todo eso, pero llegó un momento donde solo recargó su cabeza en mi hombro y lentamente se iba a quedando dormida.

También nos dimos cuenta que la vendedora de bienes raíces estaba esperando a Lincoln para darle las llaves y decirle algunas cosas sobre la casa.

Yo fui a ver las habitaciones después de que los hombres dejaran algunas cosas allí. En total había cuatro habitaciones sin contar sala, cocina, baño. Charles estaba siguiéndome para reconocer el lugar.

—Lana: Son más habitaciones de las que Lincoln, Lía y ella podían ocupar —se sentó sobre una caja con la bebé en brazos—. Aquí viviré con ustedes los siguientes cuatro años —con delicadeza la acostó en sus dos brazos.

Después de unos minutos, los hombres de la mudanza se fueron, también la mujer. Lincoln estaba quitándole el plástico que cubría a los muebles. Me disponía a darle ayuda, pero antes debía traer el coche de Lía para acostarla.

Reparando un corazón roto...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora