CAPITULO 8

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hey, luffy unos pasos delicados se escuchaban cerca de la entrada de la habitación, las puertas del armario rechinaban junto con la rústica madera del suelo. Un suspiro se hizo presente en la habitación del menor; lleno de cansancio por la monotonía de todos los días.

Tareas de día y de noche, sus musculos ya no daban para más a pesar de haber dormido 4 horas. El olor del desayuno salía por las orillas de los grandes ventanales que decoraban aquella enorme casa.

luffy, levantate. Tienes que presentar ese trabajo por el cuál te has desvelado tanto mencionó frustrado el rubio, dando jalones a la extensa manta blanca; el polvo que se amontonaba en algunas esquinas fueron esparcidos gracias al fuerte movimiento que este dió. —Ace ya se levantó, parece incluso más motivado que tú ¿no te parece raro?, por cierto... tengo entendido que dentro de poco será el cumpleaños de tu amigo ¿no?

Rascó su mejilla derecha observando como el de cabellos oscuros se levantó como un rayo de la cama, colocando sus pies sobre el suelo frío de la casa, Manchando estos con el polvo que quedaba en el suelo, después de todo gracias a tantas tareas el tiempo no les alcanzaba para limpiar un poco el lugar.

¡cierto! El cumpleaños de torao es dentro de poco, solo me queda ordenar unas cosas y haré su regalo bostezó durante aquella oración mientras rascaba su estómago, tenía hambre, pero eso no le quitaban las ganas de terminar aquel plan que tenía en mente; miró a su hermano y sonrió con gran entusiasmo para empezar el día. —pues ahora Ace no es el más motivado, tengo muchos planes para hoy añadió.

El de cabellos amarillos sonrió un poco antes de sacar el uniforme que debia colocarse —espero que "esos planes" sean llegar temprano a clases. Son las 6:37

Los pajaros cantaba su melodía cotidiana, pasando rápidamente por los edificios de aquella ciudad, dejando alguno que otro "regalo" en las ventanas de los autos. Los ladridos de los perros resonaban en las avenidas a la par con el ruido de las campanas de las iglesias cercanas. El parloteo de la gente saliendo de sus casas, de las tiendas, era algo que animaba mucho al pequeño azabache.

Aunque era demasiado tarde, ese pensamiento no lograba perturbar al pequeño; siempre andaba con una fascinante sonrisa, una impecable. Capaz de provocarle buenas vibras a muchas personas.

Las manos de este sudaban frío debido a su emoción, el examen escrito se había convertido en un interrigatorio; y esa idea al parecer no le cayó bien a ninguno de los compañeros del menor.

—este examen me tomó por sorpresa. Es algo tedioso... ya tenía mis apuntes bien escondidos— exclamaba aquel moreno de cabellos ondulados, destrozando sus notas con una notoria molestia.

si hubieses estudiado más para ese examen, no estarías de ese modo usopp. — chopper por su parte estaba más confiado, en sus manos sostenía un pedazo de papel mientras repetía exactamente lo que decía sin mirar ninguna de sus letras.

veo que tú si estás preparado, pero claro... eres un amante de estos exámenes, tengo una excusa, estaba concentrado en ayudar a kaya con uno de sus exámenes, aparte necesitaba animarle— comentó.

para la próxima, no dudes en preguntarme. Por otro lado luffy ¿estás preparado?, te veo muy callado— exclamó chopper dejando sus pertenencias en su asiento.

es verdad, estás muy callado— añadió el de cabellos ondulados caminando hacia la papelera.

Luffy alzó la mirada algo desconcertado, buscando la manera de responder aquello. Estaba tan concentrado en repasar aquello que por primera vez no prestaba atención a las graciosas conversaciones que tenían sus amigos.

bueno, shishishi. Tuve la oportunidad de que torao me enseñara muy bien el tema, espero acordarme de todo perfectamente a la hora del examen—

Los demás estaban un poco sorprendidos, ya que luffy no era de esas personas interesadas totalmente en los estudios; siempre ha sido alguien neutral con esas cosas pero ahora de verdad necesitaba aprenderse eso si quería ir al pueblo.

La mañana pasaba lentamente, los alumnos sudaban frío ante la presencia del profesor. El número de lista avanzaba y ya faltaba poco para que el menor pudiera presentar.

—[Una vez terminado el examen tendré tiempo para realizarle un pequeño regalo a torao]— pensó.

No mucho tiempo después unas graves palabras salieron de la boca del maestro. —Monkey D. Luffy—

—[el vitiligo es una enfermedad que ataca a la piel, principalmente a la pigmentación. Esta puede ser hereditaria... o]— se repetía a si mismo con las manos sudadas, los labios resecos y mordidos por el estrés.

La mirada del profesor era penetrante, sofocaba cada parte del azabache; logrando así sacarlo de su zona de confort. Este luego de un par de segundos se armó de valor, se paró derecho, apretó sus puños como si su vida dependiera de ello y continuó con la larga explicación que tanto le había costado memorizar. Los susurros habian cesado, y toda la atención de los estudiantes se centraba en la delgaba figura que se encontraba al frente del escritorio.

Aquel viejo, sonreía para sus adentros. Sus cabello canoso peinado hacía atrás le daba buen estilo; sin duda aquel profesor le daba confianza al pequeño. Luego de una larga explicación sobre el tema, el señor de gafas sonó suavemente la mesa con una de sus palmas y comunicó.

Esto, sinceramente, va para todos, esto es un gran ejemplo de porqué el estudio es importante, el porqué el esfuerzo mejora el rendimiento intelectual del estudiante— exclamó
—sí bien, este estudiante es nuevo, me habían aclarado de que su intelecto no es muy bueno, mucho menos algo que yo esperaría. Pero, en pocas palabras esto es lo que espero de un examen oral... ¡si no son capaces de aprenderse un tema, una enfermedad de la piel tan sencilla, no se paren enfrente de mi asiento para pasar pena—

Las miradad de los estudiantes se centraban en los ojos llenos de ira, llenos de sabiduria y ganas de enseñar. La atmósfera se volvía un poco más tensa, puesto qué; las clases con aquel profesor no eran muy sencillas. El adulto canoso se levantó de aquella silla de madera y soltó una carcajada.

Espero entonces que esta aclaratoria les haya servido, por qué acá vengo a enseñar a los mejores. Por eso están acá; y no acepto excusas. Las notas las doy la clase que viene—

 D I F Í C I L✔️✔️ lawlu [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora