Capítulo XX: El Demonio De Demonios Vs El Dios De Dioses

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    Aquel lugar no era otra cosa que la nada: el infinito e ilimitado vacío de lo inexistente; incluso sin tiempo ni espacio. No importaba a donde mirara Iris, salvo por la niebla blanca, el propio Rio y ella misma, sólo podía observar una inmensa oscuridad.

    —Iris, no intentes comprender este lugar carente de elementos, en lugar de eso concéntrate en permanecer con vida—dijo Rio mientras se alejaba de ella, hacia la niebla—¡Maldito seas hermano, ahora pagarás por todo el tiempo en el que me hiciste permanecer encerrado!

    —¡Adelante, puedes intentarlo, pero te advierto que no podrás ganar! —Una imponente y gruesa voz salía de la niebla.

    Esa niebla —que no era más que el alma del Dios Supremo— pasó a transmutarse tomando forma de un hombre de al menos diez metros de alto con piel y cabello blanco como el mármol; sus ojos eran color gris claro. El cuerpo desnudo del Dios Supremo tenía una espalda ancha y músculos sumamente tonificados. Tan sólo sus manos parecían poder exprimir el cuerpo de Rio entre sus dedos. Poco después, ese cuerpo fue cubierto por completo por una armadura blanca y brillante. En la mano derecha del Dios Supremo se materializó una espada de al menos siete metros de largo y dos de ancho, esta era del mismo color y brillo que la armadura.

    —¡Eso ya lo veremos!—Rio apretaba sus puños y dientes con excesiva fuerza a la vez que fruncía el ceño.

    Ambos oponentes liberaron su poder al máximo y el resplandor dorado de sus auras se expandió por el vacío. Esta vez no había necesidad de esperar a que el cuerpo se acostumbrara al poder, pues ahora Rio había vuelto a su ambiente natural carente de leyes.

      Él fue volando directo contra el Dios Supremo y este respondió blandiendo su espada, el demonio esquivó la espada sagrada. El Dios Supremo continúo blandiendo su espada una y otra vez y Rio apenas y si era capaz de esquivarlo, incluso se vio obligado a retroceder.

    «¿Qué significan sus movimientos en un lugar como este? No, movimiento no alcanza a describir lo que ellos hacen porque aquí el tiempo y el espacio no existen. Este es el lugar donde la realidad se ha acabado así que divino y milagroso es lo único que puedo decir que describa este combate que supera conceptos como movimiento o velocidad», pensó Iris.

    El Dios Supremo atrapó a Rio entre sus dedos con la mano izquierda. Poco a poco comenzó a presionarlo mientras lo cubría de luz sagrada.

     —¡Ah! —gritó Rio.

     La ropa de Rio se destruía poco a poco junto con la piel y músculos que iban exponiéndose. Él estaba a punto de perder el conocimiento debido al dolor extremo, pero se aferró al odio que le hacía desear la victoria. Concentró su poder demoníaco en sus brazos y logró liberarse.

     El Dios Supremo trató de cortarlo, Rio apenas logró esquivarlo. Fue entonces que Rio atacó con su luz negra maldita. El Dios Supremo se protegió con su propia luz y al chocar lo sagrado con lo demoníaco, el caos generado agrietó la armadura de él y desgarró las ropas de Rio antes de ser absorbido por Iris.

     Por primera vez desde que ella y Rio salieron de la creación, el Dios supremo prestó atención a Iris por un breve momento.

    «Una magnifica muestra del poder de la humanidad», pensó el Dios Supremo.

     Rio transmutó su cuerpo y ropas en luz negra maldita y se introdujo en la espada de su enemigo. De ahí, él se expandió hasta la armadura y destruyó ambas cosas por completo. Rio volvió a su forma normal y a escasos centímetros del Dios Supremo, disparó un rayo a máximo poder. El rayo destruyó el cuerpo y alma del Dios Supremo e impactó contra su sello de inmortalidad, pero no dañó el sello.

Guerrero Inmortal Del Bajo Mundo 1 - Rio e Iris un amor incomprendidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora