Capítulo VI: De Vuelta Al Mundo Real

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     Después de la derrota de Lucifer, Rio devolvió a Iris al cementerio. Mientras que en el infierno a ella le pareció que habían pasado al menos un par de horas, en la Tierra, sintió como si el tiempo había apenas avanzado unos segundos.

     —Debo irme—. Rio se encontraba frente a Iris sosteniéndole las manos—. Devuélveme el sobretodo.

     Ella se quitó el sobretodo y se lo entregó a él. La chica sentía que había vivido un sueño hermoso y una horrenda pesadilla a la vez. Miró con detenimiento los brazos desnudos de Rio antes de que fueran cubiertos por el sobretodo: sus músculos no tenían un tamaño exagerado y estaban bien definidos.

     —¿Cuándo volveré a verte? —Iris acarició el rostro de él una vez más.

     —Más pronto de lo que crees—. Rio le dio la espalda.

     En ese instante, apareció una puerta gótica gigantesca frente a Rio. Iris la observó con asombro mientras esta se abría dejando ver algo similar a los agujeros negros que había visto en películas. Sin una palabra más, Rio se introdujo en el agujero, la puerta se cerró y desapareció.

     Iris regresó sola a casa como si hubiera sido una noche más de tantas en el cementerio, pero de alguna manera ella sentía un vacío porque Rio ya no estaba ahí. Al llegar a su casa, simplemente subió a su habitación, a esa hora ya sus padres estaban durmiendo así que no tendría que soportar algún interrogatorio. Se acostó y se durmió al poco tiempo.

     Se despertó en la mañana poco después de que empezó a salir el sol. La tranquilidad de su cuarto le hizo pensar en lo irreal de todo lo vivido con Rio

     «Estuve en el infierno esta madrugada, eso es cierto o ¿me estoy volviendo loca?», pensó Iris. Para ella ninguna de las dos opciones parecía ser conveniente.

     Se paró y se observó en el espejo preguntándose qué tenía ella de especial para que semejante ser sobrenatural la convirtiera en su sirvienta. Se quitó toda la ropa.

      «¿Acaso le gusto? Digo, siendo tan poderoso dudo que me necesite por un motivo superior. Soy sólo un simple ser humano que además no destaca en nada.» pensó.

      Su cuerpo era delgado con una figura elegante que incluía senos grandes, pero ese no podía ser el motivo de su secuestro. De cualquier forma, algo le quedaba claro: él la protegió como a alguien realmente valiosa, un gesto que nunca nadie había mostrado ante ella.

      Había crecido rodeaba por personas que en su mayoría le hicieron pasar experiencias amargas, no sólo sus padres, también sus compañeros de estudio y tenía pocas amigas. Pensando con detenimiento le parecía extraño no haber huido en cuanto Rio se le acercó, pero vio algo en sus ojos, aparte del color, que de algún modo le atrapo desde mucho antes que él hiciera sus amenazas.

      Poco después, vio la librería de su cuarto con su colección de libros: iban desde el contenido técnico hasta algunas novelas y cuentos, pero sus favoritos eran libros de poemas. Abrió el que había estado leyendo últimamente, pasó la página.

      «Quizá los lectores de poesía atraemos a los demonios», pensó Iris.

       Guardó el libro y luego se fue a bañar. Al tocarse notó que su piel era más lisa que antes: fue un cambio notorio.

      No se había hecho ningún tratamiento para reducir la grasa de su cutis así que eso no parecía tener una explicación lógica. La imagen de Rio le vino al pensamiento al mismo tiempo la del contrato firmado con sangre.

      Así ella sin poder hallar las respuestas a sus preguntas simplemente decidió seguir con su día a día. Se vistió con un vestido azul marino y pintó sus labios de rojo; salió de su casa sin siquiera saludar a sus padres que estaban desayunando, pero afuera la esperaba una sorpresa.

Guerrero Inmortal Del Bajo Mundo 1 - Rio e Iris un amor incomprendidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora