-Bebé~ ven aquí, no te haré nada... - Decía él.
-Sobre mí cadáver Mendes, son patrañas.
¿Recuerdan que me largué luego de haberle dicho "imbécil"? Bueno, me escondí en mi armario, y está buscandome.
- Doble castigo, mi amor. -dijo cortante.
- ...- no hablé, tampoco lo haré. Así me encontrará más rápido y en estos momentos es lo que menos quiero.
- Bebé?
- ...
- Yo que quería darte un chocolate.
-Puta madre - Susurré
- Bien, no te daré el perrito que querías.- Sentí que dijo, luego de eso escuché unos pasos
- Ahora, saldré lentamente -saqué un pie para afuera del armario, cuando saqué la cabeza, Shawn estaba mirándome serio, con los brazos cruzados y una paleta de cuero con un corazón ausente casi al final.- Oh hola, Ahora... Me meteré lentamente, otra vez. - Le sonreí para intentar meterme mientras seguía mirándome.
- Claro que no, ven aquí - Me tomó de la pierna derecha para luego jalarme hacia él y recostarme en su cama.
- N-no -Forcejeaba contra él, pero era imposible.- no quiero un castigo - Lloriqueaba.
- Tranquila, lo hubieras pensado antes - Colocó su mano abierta en mi entrepierna ya mojada. Se me escapó un gemido y el me miraba burlón. - Vaya... El rasho macuin - Dijo pronunciando las palabras que antes le había dicho yo. - te tengo agarrada pequeña... Bueno, más bien, te la tengo agarrada. - Reía de sus propias palabras.
- I-Imbécil
- Oh no, claro que no - Luego me besó. Undiendo aún así con ropa y todo, sus dedos en mi centro.
- Ya casi, sigue, por favor -estaba tan cerca... No me dejaría correrme no después de como lo traté.
- En serio bebé? - asentí - bien. - Después de eso restregó sus dedos aún más fuerte y rápido sobre mi centro, haciéndome venir con sus movimientos.
- Ow, d-daddy
- Si bebé, te amo. -Me besó una vez más, antes de hablar de cosas triviales, como si nada hubiera pasado. Hasta quedar plácidamente dormidos, uno al lado del otro.
ESTÁS LEYENDO
Daddy kink || S.M ||
Teen Fiction-Cincuenta mil a la una, cincuenta mil a las dos, y cincuenta mil a las... -Setenta mil -exclamó una voz áspera que venía desde las sombras de una parte del salón. - Setenta mil a la una, setenta mil a las dos, setenta mil a las tres. Se la lleva a...