Rᴇғᴏʀᴍᴀᴄɪᴏɴ | Lᴏᴠᴇ Dʀᴏᴜɢʜᴛ

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"Esᴛᴏʏ ɪɴᴛᴇɴᴛᴀɴᴅᴏ sᴇʀ ᴊᴜsᴛᴀ.
Y ᴛú ᴇsᴛás ɪɴᴛᴇɴᴛᴀɴᴅᴏ ᴇsᴛᴀʀ ᴀʜí ʏ ᴘʀᴇᴏᴄᴜᴘᴀʀᴛᴇ.
Y ᴛᴇ ᴠᴇs ᴀᴛʀᴀᴘᴀᴅᴏ ᴇɴ ᴛᴜs ᴘᴇʀᴍᴀɴᴇɴᴛᴇs ᴇᴍᴏᴄɪᴏɴᴇs"









Su madre aquella mañana la despertó anunciando una agradable visita. Al despejarse del sueño distinguió a Mebuki sonriente y a su hija en brazos de ella levantando sus pequeñas manos.

—Es tu tía Tsunade.

—¿Tengo una tía Tsunade?—cuestionó, su madre besó las regordetas mejillas de Sarada y asintió frunciendo sus labios.

—Kizashi también se sorprendió, Tsunade resultó ser una prima de tu padre, ella creció en la ciudad y hace unos años vino a vivir a la aldea—su madre viraba su cabeza mientras caminaba preocupada porque su hija entendiera los detalles—tu padre deseaba presentártela formalmente en persona—la voz nostálgica de Mebuki se unió al sonido de los platos y vasos para el desayuno—desde que ella vino a la aldea se ganó el cariño de todos.

Su madre alegaba que faltaban solo un par de minutos antes de que Tsunade tocara la puerta, ella era médico, toda su vida estuvo en la ciudad y cuando descubrió que tenía familia en la aldea de Konoha no pensó dos veces en visitarlos, Mebuki le narró entusiasmada que Tsunade se convirtió en la única médico de la aldea.

Su tía Tsunade apareció y saludo manifestando la felicidad de por fin conocer a su sobrina y a Sarada, a pesar de que Sakura era curiosa la cabeza le fastidiaba y se limitó a escuchar en silencio la conversación de Mebuki y Tsunade. Con unas sutiles miradas Sakura admitió que su tía era dueña de una belleza deslumbrante, su voz era tan clara y poderosa que probablemente nunca pasaría desapercibida. Bastaron unos minutos de la ausencia de su madre para que los ojos de su tía se posaran en ella.

Sakura endulzó su café y bebió un sorbo pensando que otro día infernal se avecinaba en su vida.

—No estas durmiendo bien—afirmó Tsunade, la pelirrosa se irguió sutilmente y alzó una ceja—tu madre me comentó porque estás aquí.

—Ah, bien—murmuró incomoda—es normal...

—No es normal que estés callada casi todo el día—señalo—tu padre me decía que eras vivaz y que tu presencia era como el fuego. Sakura es increíble, sabe lo que quiere y va por ello—recitó recordando claramente la voz de su primo.

Otra vez, esa sensación de vulnerabilidad la dejaba sin aire.

—Usted...

—¿No sé nada?—al levantar sus ojos verdes se topó con el rostro firme de su tía, sus labios trazaban una línea recta brillante carmesí—todos pasamos por este camino, la diferencia es la decisión, Sakura regresaste a la aldea que te vio nacer ¿Qué sigue?—Tsunade se alzó y apoyó la palma de su mano sobre la mesa y la miró por última vez—¿Qué sigue?

La voz de Tsunade y su madre se unieron en la puerta principal, la pregunta de su tía se incrustó en su cabeza, Sakura repitió el movimiento de Tsunade y buscó las escaleras para subir y encerrarse, sin embargo, dudo.

Giró y reparó a su madre despedir a su tía con la mano, le dolía la cabeza nuevamente, no intuyó lo que la guio a la salida, su madre en lugar de preguntarle a donde se dirigía la animó a que siguiera a Tsunade. Tal vez era necesario por una vez dejar que esa misteriosa necesidad la orientara. Su tía no se manifestó sorprendida al ver a Sakura caminar a la par de ella, los pasos de ambas se hundían en la tierra húmeda por la llovizna nocturna.

ALL NIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora