Iɴᴛᴜɪᴄɪᴏɴ | Pʀᴀʏ Yᴏᴜ Cᴀᴛᴄʜ Mᴇ

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ᴘᴜᴇᴅᴇs ᴘʀᴏʙᴀʀ ʟᴀ ғᴀʟᴛᴀ ᴅᴇ ʜᴏɴᴇsᴛɪᴅᴀᴅ
ᴇsᴛá ᴘᴏʀ ᴛᴏᴅᴏs ʟᴀᴅᴏs ᴇɴ ᴛᴜ
ʀᴇsᴘɪʀᴀᴄɪóɴ










Otra vez.

Él se alejaba con su celular en mano. Interrumpía el momento íntimo y tan familiar para responder apresuradamente. Hace meses solía ignorar llamadas, pero actualmente. Él se alejaba. Cerró sus ojos y sacudió su cabeza luchando por espantar las vacilaciones que comenzaban a penetrar en su cabeza, era imposible ¿no?

Intentaba serenarse y verlo como siempre lo distinguía, no obstante, le era imposible no mantenerse pendiente de cualquier mínima acción de su esposo. El ardor en su pecho la lastimaba a tal punto de querer llorar desamparada. A pesar de todo, los sentimientos de inseguridad la consumían bestialmente.

Las pequeñas manos de Sarada se agitaron y buscaron las suyas, su mirada se conmovió ante la presencia de su hija de apenas tres meses, cada día era un descubrimiento para Sarada y ella amaba estar allí para acompañarla. Besó su frente y sacudió el sonajero para captar su atención. El bebé efectuó un pequeño grito y se concentró en el sonajero.

Sakura se levantó de la mesa con sigilo y se encaminó hacia donde Sasuke desapareció. Llegó en completo silencio al pasillo y descubrió que su esposo hablaba con alguien en las penumbras de su habitación matrimonial.

—Lo sé. Pero debes esperar.

La voz firme de Sasuke que tantas veces le profesaba amor ahora se transformaba en un doloroso dilema.

—Por favor, no hace falta que tengas que hablar con mi esposa. Yo soy el responsable.

La mujer contuvo el aliento y recostó su cabeza contra la pared.

«Sasuke, descúbreme. Desearía tanto que me atraparás oyendo»

Su deseo no se cumplió. Con el alma estrujada y la sensación de una posible traición Sakura volvió a sentarse frente a su hija y recibir con una falsa sonrisa a Sasuke al regresar de atender su llamada tan importante.

El hombre tomó en brazos a Sarada y la mimó con una sonrisa a la vez que a ella le devolvía cortas miradas de dulzura. Sakura recordó los días en los cuales soñaba con ver a Sasuke compartiendo el sentimiento de una familia a su lado, ella profesó juramentos de amor. Si lo hizo. Intentó hacer de él un hogar, hicieron una familia, no obstante, presentía que su hogar conservaba puertas directas a una trampa.

Se acercó hacia ellos y abrazó a Sasuke por la espalda mientras sus manos se unían sobre el pequeño pecho de su hija, si convertía su intuición en palabras se sentiría caer en un abismo sin fin. Sus labios se posaron suavemente sobre la fría piel de su esposo.

«¿Qué estás haciendo, mi amor?»

ALL NIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora