"Aɢᴜᴀʀᴅᴀ, ᴇʟʟᴀs ɴᴏ ᴛᴇ ϙᴜɪᴇʀᴇɴ ᴄᴏᴍᴏ
ʟᴏ ʜᴀɢᴏ ʏᴏ
Cáʟᴍᴀᴛᴇ, ᴇʟʟᴀs ɴᴏ ᴛᴇ ϙᴜɪᴇʀᴇɴ ᴄᴏᴍᴏ
ʟᴏ ʜᴀɢᴏ ʏᴏ
¿Nᴏ ᴛᴇ ᴅᴀs ᴄᴜᴇɴᴛᴀ ϙᴜᴇ ɴᴏ ʜᴀʏ ᴏᴛʀᴏ
ʜᴏᴍʙʀᴇ ᴘᴏʀ ᴇɴᴄɪᴍᴀ ᴅᴇ ᴛɪ?"
Era mentira. No podía ser verdad.
¿Sasuke fijándose en alguien más?
Debería ser una cruel broma y su imaginación alimento aquella semejante atrocidad.
Sarada dormía plácidamente en su cuna. Con ello a su favor optó por tomar una ducha aprovechando que Ino aparecería en una hora. Sakura tomó sus lociones corporales y se sumergió en el placer de la relajante ducha.
—Intente ser bonita, más suave, intenté no estar alerta...
Murmuró observando su cuerpo desnudo en el espejo, seguidamente sin perder el tiempo se enfocó en su armario, pasaba su vestidos rápidamente, sus grandes ojos verdes repasaban cada prenda. La mujer sonrió victoriosa al encontrar un cómodo vestido rosa oscuro, modelo un instante y comprobó que se acoplaba a su bella figura.
« ¿Me estas engañando?» pensó en su infinita necesidad de saberlo.
Arregló su larga cabellera y su suave maquillaje resaltó sus facciones. El timbre sonó y Sakura suspiró al saber que el momento había llegado, era hora de estar segura que Sasuke nunca sería capaz de ello, su fe por su marido era inquebrantable aunque actualmente estuviera balanceándose con peligro a caer en la nada.
— ¡Por Dios! ¡Estás de infarto!—exclamó Ino ingresando a la casa— ¿a qué viene todo esto?
—Iré a ver a Sasuke a su trabajo.
Ino entrecerró sus ojos con picardía sin percatarse de la incomodidad en los ojos de Sakura, la mujer sujetó su bolso y comenzó a caminar a la salida.
—Disfruten su tiempo de calidad.
—Claro, eso es lo que más quiero—anheló.
Ino se despidió de su amiga con un gesto. Sakura inhaló aire fresco, aquel viento mañanero revolvió los bordes de su vestido. Al caminar percibía las miradas de hombres valorando su belleza, las mujeres también se detenían a mirarla.
Una sonrisa se asomó en su rostro, Sakura se sintió plena, la confianza comenzaba a brotar en cada firme paso que daba de camino a la oficina de su esposo. Era joven, hermosa, entregada, fue todo por él. Si otros la apreciaban.
¿Qué le hacía pensar que Sasuke no la apreciaría?
« ¿Qué es peor, parecer celosa o parecer loca?»
Sasuke no la engañaba, todo era producto de esa pequeña locura por su naciente inseguridad. Al llegar le basto con solo ser vista por los empleados para que todos tuvieran en claro que ella era la señora Uchiha.
Muchos la saludaban y le deseaban un buen día. Ella les sonreía y levantaba su mano con gestos gráciles de saludo. Al llegar al escritorio desocupado de la secretaria de su esposo se tomó la libertad de ingresar a su oficina sin anunciar su llegada, después de todo era su esposa.
Sakura agrandó sus ojos y prefirió creer que todo era producto de su locura.
Esa mujer sostenía a Sasuke como si varias veces lo hubiera hecho, sus rostros estaban cerca en un contacto sospechosamente íntimo.
«Es una pena. Dejaste que este buen amor se desperdiciara»
Sasuke se alejó de aquella pelirroja como si quemará. Karin la miró con altanería, se estaba burlando de ella. La expresión de Sasuke se redujo a un lamentable sonido de sorpresa. Sakura sin decir algo dio media vuelta y salió del despacho con el aire cobrándole factura. No comprendía que estaba sintiendo.
¿Qué sentía?
Estaba helada, tan helada que sus manos alcanzaron a caer sobre el escritorio de Karin bajo la preocupada mirada de muchos empleados. Necesitaba calor, ansiaba quemarse. Con una fuerza que hizo saltar a más de un trabajador Sakura volteó el escritorio de la secretaria y derrumbó todos los papeles y el monitor se partió estrepitosamente contra el suelo.
Su respiración se agitó y se vio reflejada en los cristales. Su cabello alborotado y su grácil figura fueron capaz de alertar a todos los presentes. Sus ojos se agrandaron aturdidos ante su aspecto.
Sasuke salió de su oficina y la tomó de la muñeca alejándola de la atención de aquel sector. Su mente estaba en blanco que no opuso resistencia.
« ¿Qué pasó, qué pasó, qué pasó?»
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ALL NIGHT
FanfictionSakura Uchiha hizo de él un hogar. La promesa de amor eterno es consumida por el vacío de una posible traición. "Tuve mis altos y bajos, pero siempre encuentro mi fuerza interior para tranquilizarme. Me dieron limones e hice limonada"