Capítulo 1

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**Antes de que comiencen a leer el primer capítulo, quería dedicar esta historia a todas las lectoras que me dejaron a través de los comentarios en la anterior historia, ( La Realidad Ante Tus Ojos) su petición de querer seguir leyendo otra historia sobre Meri.
Quiero agradecerles a mis queridas y queridos lectores el que me den la oportunidad de poder escribir otra historia con un único propósito.
Que me acompañen hasta el final.

Muchas gracias de todo corazón.

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                                                                                           ~ Capítulo 1 ~

Son exactamente las diez de la mañana cuando el avión aterriza en Madrid.
Nada más recoger nuestras maletas, y salir del aeropuerto nos dirigimos hacia un restaurante para comer algo.
En la mesa nos encontramos todos sentados hablando de lo que he vivido los días que estado en Italia.
Ahora me río, sí, me hace gracia contar la cara que tenía Rosella cuando Flavio le decía lo mala mujer que era.
De pronto, siento un poco de tristeza al recordar que estaba vestida de novia para casarme con un hombre que me gusta mucho, pero no estoy enamorada de él.
¡Uff! De menuda me librado.

Al terminar la comida, me despido de Dania y Nahuel.
Los días que hemos pasado en Italia me han servido para sentirme querida con el cariño y compresión de mi padre y mis amigos.
Habíamos aprovechado los días para hacer algo de turismo antes de volver a la rutina.

Esa misma noche mi padre viajaba de nuevo  hacia Albacete, donde debía solucionar lo del incendio de su negocio.
Al parecer la aseguradora sólo sabían ponerle pretextos para no indemnizarle  por las pérdidas ocasionadas.
Aunque mi padre trataba de disimular con apariencia tranquila que estaba bien, yo misma sabía que no era cierto.
Por lo que decidí coger unos días de vacaciones e irme con mi padre hacia mi pueblo.

Al llegar a mi pueblo, no puede evitar sentir una nostalgia al recordar los momentos vividos en estas calles cuando recién vine de Italia temblando  asustada haciéndome siempre la misma pregunta:
¿Porqué mi madre me trata de esa forma?
Nunca la entenderé, y aunque suene un poco egoísta. Me alegro de que Flavio se haya divorciado de ella. Pienso que ha sido un buen escarmiento lo que le ha dado.
Aún que... conociendo a Rosella, no tardará mucho tiempo en engañar a cualquier hombre con una buena cuenta bancaria. Todo sea para tener su apreciada vida de lujos a costa de otros.

Sin embargo, yo me alegro conformándome con lo que tengo. Y en estos momentos me encuentro acurrucada al lado de mi padre en el sofá, el cual acaricia mi cabello con ternura.

Hablamos de todo un poco hasta que mi padre me pregunta por Giovanni.
Comienzo ha contarle la historia hasta que me hace de callar con su comentario.

— Meri, no niegues que sientes algo hacia Giovanni.

— Papá...¡Qué tonterías dices!

— Meri, no me engañas, te conozco muy bien para saber que tu voz se debilita al mencionar que te has separado de él.

— Creo que he hecho lo correcto papá. Además, mira su familia piensa de mí lo peor, y todo gracias a Rosella.

— Hija, esa familia es muy rica y es normal que busquen una mujer de su misma clase para que se case con su hijo. Sus ideas sobre que la gente normal como nosotros solo aspiran al dinero fácil, es porque aún su inteligencia no progresa.
Tú eres sencilla y humilde, y por la manera de defenderte Giovanni, creo que él te debe de querer.

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