II

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[CAPÍTULO DOS: “MAD MAX”]

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[CAPÍTULO DOS: “MAD MAX”]

— ¡Camila! ¿Me copias? Cambio —decían por la radio que estaba en la mesita de noche de la rubia.

Camila fue corriendo hacia ella ni bien escuchó el llamado de Will.

— Aquí Camila. Cambio —dijo riendo.

— ¿Estás lista para ir al Arcade? Cambio —preguntó.

— Sí. Tengo... —dijo mientras contaba sus monedas—... 5 dólares. Cambio.

— Genial. Mi mamá y yo te esperamos en la frontera del bosque. Cambio.

Camila cortó la comunicación, y maldijo por lo bajo. No estaba lista aún.

Se apresuró a cambiarse lo más rápido posible que pudo, se puso una blusa lila y unos pantalones negros, con sus zapatos de siempre. Se amarró el cabello y salió de su casa. Comenzó a correr hacia la frontera del bosque, a los lejos pudo ver el auto de la mamá de Will y dejó de correr al estar a unos pocos metros de este.

— Perdón la demora —se disculpó mientras subía a la parte trasera del auto—. Papá me estaba diciendo algo.

— No te preocupes, ¿Estás lista? —preguntó Joyce. Camila asintió.

Joyce condujo hacia el Arcade, mientras tanto, Will y Camila hablaban de muchas cosas.
Durante esos últimos meses, Camila se había vuelto muy unida a Will, lo consideraba como una hermano menor para ella, lo quería mucho.

Al llegar al Arcade, Joyce le dijo a Will que si quería irse de ahí, pidiese un teléfono y la llamara. También le dijo a Camila que los cuidase a los chicos, ella asintió, no era problema para ella, eran sus amigos, los únicos en realidad.

— Jonathan vendrá a recogerlos dentro de unas horas —les dijo a ambos.

— Eh... yo me quedaré un rato más, así que... —Camila miró a Will—. Tú solo te irás con Jonathan. Lo siento.

Joyce sonrió comprensiva.

Camila no les podía decir que necesitaba comprar Eggos, ya que sería sospechoso, porque Will sabía muy bien que a ella no les gustaba.

Los dos se despidieron de Joyce y entraron juntos al Arcade.

— Genial —dijo Camila—. ¿Dónde están?

Camila registró el sitio con la mirada y encontró a los otros 3 chicos esperándolos en una máquina expendedora de comida.

— Hey, llegaron —dijo Dustin, quien mostraba sus nuevos dientes.

Después de varios minutos, los cinco chicos se encontraban jugando.

— ¡Abajo! Más rápido —gritaban todos a la vez mientras veían a Dustin jugar.

SERENDIPIA ━ billy hargroveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora