SERENDIPIA ━ billy hargrove

III

[CAPÍTULO TRES: “EL NUEVO”]

El despertador suena y Camila se tapa la cabeza con una almohada. El despertador sigue sonando, Camila se incorpora para apagarlo, pero este deja de sonar, Once lo había apagado con sus poderes.

— Gracias —dijo Camila, mientras se levantaba de la cama e iba al baño.

Se quitó su pijama y se duchó lo más rápido que pudo. Salió del baño con una bata puesta y se dirigió a su armario, sacó de él un pantalón y un suéter azul. Se los puso y comenzó a secarse el cabello, al terminar se peinó con una cola alta.

— ¿Y? —dijo Camila llamando la atención de Once—. ¿Cómo me veo?

— Bonita.

Camila le sonrió y la abrazó.

— Cuánto me gustaría que fueras conmigo a la escuela.

Se separó de Once y fue hacia la cocina, preparó el desayuno para su papá, Once y ella.

Comenzó a comer muy rápido y dejó su plato en el lavabo. Tomó su mochila y se la puso en la espalda.

— Adiós, papá —dijo dándole un beso en la mejilla a su papá—. Adiós, Once.

Se despidió con la mano de Once, y salió de la casa. Tomó su bicicleta y comenzó a andar en ella hacia la escuela, era temprano, pero en bicicleta se demoraría mucho y llegaría tarde.
Al salir del bosque, se encontró con una sorpresa.

— ¿Harrington? —preguntó Camila.

Steve estaba con su auto frente a ella, sin Nancy.

— Chica Hopper —saludó Steve—. ¿Quieres que te lleve?

— No, gracias. Tengo mi bicicleta —dijo Camila señalando su bicicleta.

— Vamos, no me cuesta nada llevarte —dijo mientras reía—. Además, vas a llegar tarde si vas en bicicleta.

Steve tenía razón en eso, si iba en bicicleta, llegaría tarde. Pero si aceptaba ir con Steve, llegaría temprano.

— Ok, tú ganas —dijo mientras ponía su bicicleta en la güantera del auto y se subía a la parte trasera de este.

Steve comenzó a andar el auto.

— Oh, casi lo olvidaba —dijo Steve mientras se estacionaba en la casa de los Wheeler—. Tengo que llevar a Nancy.

— ¿Y qué crees que va a pensar tu novia si me ve contigo en tu auto? —dijo Camila mientras lo veía a los ojos.

Steve iba a hablar, pero Nancy entró al auto.

— Oh —dijo al ver a Camila—. Hola, Camila.

— Hola, Wheeler —la saludó.

Steve comenzó a andar el auto, y después de unos minutos llegaron a la escuela.