Capítulo 9.
Encono.
"Rencor hacia una persona".
Estaba buscando las respuestas al cuestionario que le habían dejado. La maestra se había retirado porque tenía un pendiente, dejándoles irse si ya no tenían otra clase; tristemente, ella si tenía.
La pluma se movía al ritmo de su mano sobre su cuaderno. Hacía un calor infernal, ya que al estar a finales de agosto no ayudaba a que menguara.
—Ojalá viviera en Alaska —murmuró abanicándose—. O mejor en...
—Me pregunto cuándo será el día que no te escuche hablar sola —Adler se sentó en su mesa, dejando su mochila sobre ésta. Traía con él dos botellas de agua y le extendió una.
—Quizás sea tu maldición —tomó la botella—. Gracias —la abrió y dio un trago.
—No puedo imaginarme una maldición tan horrible en mi vida —Hailey levantó sus cejas—. No podría pasar el resto de mi vida oírte hablando sola.
—¿Ah, sí? Pues yo no podría pasar mi vida con tu arrogancia...
—¡No seas tan agresiva! Pobre del hombre que se case contigo.
—Pobre de tu novia, no me imagino todo lo que te aguanta.
—Touché. Nos soportamos mutuamente.
Se rio. Tomó otro trago de agua, y como siempre le pasaba, cayó un poco en su blusa blanca transparentándola.
—Ash —Adler sacó su libreta y se la extendió—. ¿Qué?
—Terminé mis preguntas, échale un vistazo si gustas.
—No te voy a copiar —una sonrisa juguetona se formó en sus labios—. Solo compararé respuestas.
—Claro, compáralas —dijo con sarcasmo.
—¿Adler? —Miró a la dueña de esa melodiosa voz. Se quedó sorprendida ante la chica delgada y de cabello castaño oscuro que estaba frente a ellos. Era muy bonita, no como Lanesse, pero sí más que ella misma.
—¿Qué pasa? —Los ojos de la chica eran de color café claro con toques verdosos. Hailey quiso reírse al recordar como Lynette decía cuando eran pequeñas que la rizada tenía los ojos color caca.
—Me dijeron que la semana pasada la maestra hizo equipos y me tocó contigo. Soy Asha.
—Mmm —Adler y ella fruncieron sus ceños confundidos y se miraron—. De hecho, nos iba a tocar juntos, pero como no estabas...
—Oh —dio un paso para atrás—. Es que como las chicas de allá me dijeron...
Hailey llevó su vista a donde Asha había señalado y notó a tres mujeres que se reían de Asha. Una de ellas miraba con coquetería a Adler. ¿Qué le miraban? ¿Lo arrogante que era? Dirigió su vista a él y por unos segundos se quedó pasmada. Notó en él algo que no había visto antes.
La forma en la que su cabello castaño caía sobre su frente le quedaba muy bien. O la forma en la que sus ojos oscuros le miraron en ese momento... O como se humedecía los labios para responderle a Asha le pareció...
¡HAILEY!
Salió de esos pensamientos con expresión asustada.
—... entonces deberías de hablar con ella, como te digo, me colocó con Hailey.
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Hailey, ¿Podrás salvarme?
Romance"Ella dijo que se iría, y se llevaría todo lo que fuese de ella, y en efecto, se fue y se llevó todas sus cosas, todo lo que era suyo. Se llevó todo. Y no me llevó a mí. Y yo era suyo". -J. Porcupine.