Capítulo 16: Lítost.

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Capítulo 16.

Lítost.

"La lítost es un estado de padecimiento producido por la visión de la propia miseria ".

Una sensación familiar se instaló dentro de ella, y lo reconocía perfectamente, porque tiempo atrás había visto a una de las personas que más amaba en esa posición.

Sus pies cobraron vida y corrió antes de que la detuvieran. Cayó de rodillas y sollozó cuando tomó a Lynn de los hombros para voltearla. Estaba golpeada, los moretones adornaban su rostro y de su cabeza salía sangre. Pero respiraba.

—¡Señorita, no le mueva, puede lastimarla! La ambulancia ya está en camino.

—Es mi amiga —dijo con voz rota. Levantó su rostro y vio a Kai que hablaba con uno de los oficiales y a los lejos escuchó las sirenas de la ambulancia.

—Dios, Lynn —movió uno de los ensangrentados mechones de cabellos—. Llegué tarde otra vez... —lloró con impotencia y con el cuerpo tembloroso de rabia.

—Hailey, la ambulancia está en camino —sintió una mano en su hombro—. Necesitas soltarla...

—N-no —su amiga tenía una lenta respiración—. Se irá si la suelto.

—Déjame ayudarla —lo vio a los ojos—. Hice un curso de primeros, auxilios. Déjame ayudarla, bonita.

Quiso creerle con todas sus fuerzas, así que la soltó, dejando que Kai se hiciera cargo de la situación.

Con rapidez, el psicólogo se hizo cargo de la situación; se arrodilló y volteó a Lynn dejándola boca arriba, tocó su cuero para sentir sus signos vitales y se dispuso a revisar la cabeza de su amiga.

Hailey no podía dejar de llorar, le dolía profundamente todo esto que estaba pasando y comenzaba a recordarle lo que sucedió aquella noche.

Kai encontró el lugar donde Lynn sangraba y lo vio quitarse la bufanda y envolvérsela en la mano mientras presionaba la herida.

—Ha perdido algo de sangre, con esto detendré un poco el sangrado en lo que llega la ambulancia.

—¿Estará bien? —Moqueó.

—Lo estará.

Escuchó las sirenas de una ambulancia. Los policías salieron para que supieran en qué callejón estaba y Hailey oraba profundamente que su amiga estuviera bien.

Si algo le pasaba también a Lynn...

La ambulancia se adentró al callejón y de ella bajaron los paramédicos, quien se acercaron para atender a su amiga. Kai contestó las preguntas porque Hailey solo podía ver a Lynn.

—La trasladaremos al Hospital General, llamen a sus familiares.

Bajaron una camilla y le pusieron protección a Lynn para que el sangrado parara. Con rapidez la subieron a la camilla, misma que fue inmediatamente puesta dentro de la ambulancia marchándose con ella. Todo parecía ir demasiado rápido.

—Vamos, Hailey.

Kai tomó su mano y vio sus dedos manchados de sangre. Él también bajó su vista a sus manos unidad y con voz calmada le pidió que lo viera.

—No veas mis manos, vámonos.

Sus pies se movieron tras él y entonces sintió como pisó algo viscoso y el pánico fluyó en ella.

Lo sentía bajo sus pies. Miró y notó el charco de sangre que estaba pisando. Justo como aquella vez.

Su respiración comenzó a acelerarse y sintió como su garganta comenzaba a cerrarse. No pudo hablar, y solamente cuando Kai la jaló sacándola de ahí, se dio cuenta que el ataque de pánico estaba comenzando.

Hailey, ¿Podrás salvarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora