Lily (En Edición)

V

Noah no encontraba una solución, y empezaba a desesperar.

Se asomaban cada 5 segundos y la mujer no se despega del mostrador, cada tanto se paraba y buscaba bocadillos en su bolso, pero aún así vigilaba la zona, era tan frustrante, sin embargo desde su punto de vista, el mostrador era lo suficientemente alto para ir de cuatro patas, sin que la viera.

Le parecía un buena idea, se puso de cunclillas y fue poco a poco, mientras Nick vigilaba, y le hacía señas con las manos, cuando por fin logro llegar, la señora se levanto, y Nick hacia señas que parará y diera la vuelta pero no fue asi, se quedó parada, la señora busco otro bocadillo y se volvió a sentar, no se cansaba de comer tantos, siguió y entro a la sala de registros, habían millones.

Empezó a buscar, eran carpetas con pequeñas tarjetitas, luego se dio cuentas que estaban por fechas, y por fin encontró lo que buscaba, cada carpeta tenía dos tarjetitas, y la de ese día solo tenía una, ya habían buscado, guardo la que habia y se la llevó.

Llego a su casa y la puso en una laptop, junto a Nick la vieron, era ella, vieron a Lily, se emocionó, se alegró había encontrado algo, se acercó más a ella, más a su hermana.
Vio como la gente se amontonaba, vio a Lily, alejarse del bullicio, dirigiéndose hacia el instituto, cuando estuvo a punto de cruzar la calle, alguien la detuvo, la golpeó en el estómago y luego tapo sus ojos y boca con un trapo negro, para luego montarla en una carro plateado, con los vidrios negros, pudo reconocer al chico, era Peter, ya lo tenían, ya encontrarían a Lily.

Bajo las escaleras corriendo en busca de su padre, con la laptop en la mano lista para buscar a Lily pues ahora tenía evidencia. Cuando encontró a su papá, junto a unos policías y el jefe del departamento. Nadie hablaba.

-Bien pautamos la entrega y la dejan suelta okay.- dijo su padre con algunos papeles en su mano.

-No es tan fácil estas cosas suelen costar más, lo importante es no hacerlos enojar, este tipo de personas actúan sin pensar.- dijo el oficial Kenneth. John pasaba su manos por su cabello, casi parecía que si jalaba mas fuerte lo arrancaría, estaba frustrado, habían pasado ya tantas horas, ya entraba la madrugada, y su hija no aparecía.- De igual manera no te preocupes seguiremos buscando, hay policías en los hospitales, todos están buscando.

-Papa tengo algo, encontré algo, podremos encontrar a Lily, se quien lo hizo.- grito Noah entrando a la habitación principal. Su padre la vio extraño, esto estaba enloqueciendo a todos.

-Noah porfavor, ahora no hay tiempo para eso, ya basta.- dijo mirándola frustrado.

-No John, ella tiene algo, que es muchacha?.- dijo el oficial Kenneth.

Noah mostró el vídeo, pero antes de que empezara el oficial la paró.

-Ya el vídeo lo vimos querida, era parte del plan, ellos querían que vieramos ésto, que supiéramos que la tenían.

Noah volvió a empezar, lo que sintió en ese momento, no lo pudo describir, era como si la jalaran hacia atrás como si nada hubiera valido la pena. La chica lloro, lloro porque no sabía que hacer, porque se sentía perdida sin su hermana, empezaba a extrañarla en manera, y eso le dolía grandemente.

Camino hacia su hermano, quién la miraba triste, lo suyo no era consolar. Diane esperaba noticias en casa de su madre, oraban cada segundo por la vida de la joven. Y Lily podía sentirlo.

Lily...

Intenté levantarme, intenté soltarme, pero nada funcionaba, era como si la soga fuera de acero. Escuché pasos a los lejos, y volví a fingir que dormía, estaba asustada.

-Crees que no me di cuenta que despertaste, puedo escucharte desde arriba.

-Eres un verdadero asco, sinico.- le dije a Peter escupiendo su cara, lo cual lo hizo enojar, y que intentara golpearme para luego detenerse.

-Tengo que cuidarte.- dijo acariciando mi cara de una manera asquerosa, la cual aleje de ese afecto repugnante.- pero bueno, nesesito que cooperes no me lo haces fácil, y en serio no quiero dañarte.

-Asqueroso, como puedes hacerme esto si siempre intenté ser amable contigo, porque haces esto?...Que te hice?- dije con la voz quebrantada, más que tristeza estaba enojada, y eso no podía controlarlo.