capítulo 45: libertad condicional.

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Antes de que Hawk Moth usara los miraculous.

Chat Noir:

Fue uno de los villanos que más les costó trabajo, no supo ni como Ladybug había despertado de la supuesta trampa de Evil Queen, ¿Quién la habría besado?... Bueno ese era un tema sin importancia ahora.

Llegó a su casa y se sentó en su cama con esa boba sonrisa enamorada que tanto había visto Plaga en el tiempo que había estado con él.

- Agh, ¿Y ahora qué?- preguntó cómo si fuera una queja.

- Cambio de planes.

-¿Cómo?...

- Eso, hoy casi pierdo a Marinette y me dí cuenta de que había tantas cosas que aún quería decirle y quería vivir con ella...

- Sí, bueno ¿y cómo le harás para "ni vilvirli i listimir?"- lo arremedó.

Adrien ya estaba acostumbrado al comportamiento de Plaga, así que no se molestó, sólo respondió.

- Mañana le diré la verdad, le diré que yo soy Chat Noir y ... Qué la amo

- No creo que a Ladybug le agrade la idea - mencionó buscando un poco más de queso.

Adrien suspiró con pesar y se puso las manos en las caderas, pensando en lo que pasaría.

- Marinette es alguien digna de confianza, no se lo dirá a nadie...

- ¿Y si Hawk Moth la captura?

- Pediré dormir en su casa si así la puedo proteger... Pero no le voy a mentir más.

Al día siguiente el estaba muy nervioso, entró al salón y se sonrojó al ver a la azabache sentada. Respiró hondo para armarse de valor y fue hacia a ella.

- Hola Marinette...

Ella se sorprendió de verlo parado ahí, frente a ella queriendo iniciar una conversación.

-...¿Hola?.

- Eh, bueno yo... - él se sonrojó- Necesito hablar contigo.

-¿Ahora?.

Él lo pensó, era un tema muy privado y sí alguien más se enterara sería peligroso.

- No, en mi casa... Te veo después de la escuela. Es importante.

Ella asintió en respuesta, pero aún no podía procesar lo ocurrido, ¿Qué era tan importante?...

Ahora

Adrien

Estaba muy emocionado por ver de nuevo a Marinette, sí Alya le había dicho todo lo que pasó cuando no estaba en sus cinco sentidos, sería un paso sin vuelta a atrás.

- Hola chicos - saludó al entrar y ver a Nino, Alya y a Marinette. Le sonrió a ésta última, en respuesta ella se tapó en rostro (que estaba rojo por el gesto) con un cuaderno.

- Eh... A- Adrien...- llamó. El chico se sorprendió al ver su timidez y se acercó.

- Lamento lo del viernes, yo...

- Bueno, no fue un día tan malo para mí - bromeó pero en un tono más amable.

Ella se sonrojó más.

-¡Adrien!.

- Está bien, perdón...

Se hizo un silencio.

- Supongo que nada hará que olvides eso - empezó la chica.

- No...- dijo negando con la cabeza y se encogió de hombros.

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