Jimin no era bueno en mucho, pero le agradaba ser bueno en la básico como las cosas del hogar. Así es como empezó con su trabajo de niñero. Pronto se encontrará siendo el niñero de 3 niños muy complicados con un padre muy ocupado.
Jimin un hombre...
Cuando Jimin sintió que por fin había enfrentado todos los obstáculos que habían en su relación, sintió que podía vivir tranquilo y respirar sin sentir un peso en sus hombros. Se habían acostumbrado a dormir en la recamara de JungKook y los niños no parecían tener problemas con su relación, es más, parecían encantados porque Jimin los defendía siempre. Y como no hacerlo, Jimin adoraba darle la contra a su mayor. Pero la razón más grande era que él quería que ellos vivieran las situaciones normales que se deben experimentar en cada etapa. Rosé salía con sus amigas a jugar o hacer pijamadas, Lisa igual, de ves en cuando a una cita con un chico y Tae...bueno Tae jugaba con sus juguetes y pedía mucha comida y mimos. Jimin adoraba su trabajo, estaba más que fascinado porque simplemente ese "trabajo" nunca lo fue, siempre sintió que lo hacía porque le nacía, como si ellos fueran suyos y necesitaba cuidarlo y darles amor. Y la recompensa la veía en su cuenta cada mes.
- ¿Quieres acompañarme?- JungKook dejó un beso en su mejilla y lo atrajo más a si mismo. Ya era de noche, en algún punto, JungKook le confesó que tenía que viajar a España por cosas del trabajo, pero JungKook no miente muy bien. Jimin había escuchado algo de una fiesta horas atrás mientras escuchaba tras la puerta, así que solo ató cabos. Cuando JungKook notó su silencio y sus pucheros, sabía que había sido descubierto.- Anda, verás que no es nada de otro mundo. La fiesta es solo si el contrato se cierra, lo juro.
- No lo sé...-suspiró.- No tengo que ponerme.- JungKook rió.
- Esta bien, la entendí. Mañana puedes ir de compras con las chicas, yo me quedaré con Tae y salimos pasado mañana a primera hora. Solo será un día y volveremos muy rápido.
- Me parece una idea sensata- sonrió girando para poder verlo a la cara.- No vuelva a omitir información.- JungKook asintió besando su frente.
-Lo prometo. Recuerda que la fiesta será en la noche, asi que debe ser un traj-...
- Yo se como vestirme, Jeon. Te recuerdo que los trajes que usas son los que yo elegí y desde entonces tienes más clientes.- le refrescó la memoria jugando con sus pequeños cabellos en su nuca, relajando a su mayor.
- Eso explica a las muchas mujeres paradas fuera de mi despacho todos los días.
- Deberías agradecerme.
- ¿Acaso no estás celoso? Muchas quieren meterse bajo mis pantalones.
- Sí, bueno..¿tu las dejas?
- Por supuesto que no- negó rotundamente.
- Entonces no me preocupo- sonrió Jimin besando castramente sus labios.- Además, mientras más dinero gasten en ti, digo..en tus servicios, mejor para nosotros.
- ¿Así que soy parte de tu campaña de marketing o algo así?- enarcó una ceja con una sonrisa en su rostro.
- Oye, que el beneficiado eres tú.- rió abrazándolo y pegando su rostro al pecho del mayor. Ambos suspiraron en silencio para luego caer rendidos instantáneamente.
El día llegó, y el contrato se dio dando por comenzada la fiesta de la cual Jimin era el más emocionado. Ambos ingresaron al salón perfectamente vestidos. ¿El diseñador? Park Jimin.
Un cambio de color de cabello y un traje perfectamente combinado y waaaa:
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