Reencarnación vampírica (6)

Mordida 11

Preparaciones para el solsticio.

Rosa: (narrando)-pasaron dos dias desde el ataque en la capital y muchas cosas cambiaron, mi padre decidió aumentar el numero en mi escolta personal y porsupuesto todos los guardias eran mujeres bien entrenadas, también mis anteriores escoltas querían recibir un castigo por no poder cumplir sus obligaciones a la perfección pero yo no lo permití así que tuve que humillárme y coloque ojos de cachorro para poder persuadir a mi padre de no lastimarlas y en vez de eso recibieron un entrenamiento como ningún otro para que no volvieran a cometer la misma falta. También aumentó la fuerza de vigilancia en las entradas y salidas del castillo e incluso los corredores eran continuamente monitoreados por caballeros con armaduras de plata bendecida para contrarrestar a cualquier vampiro que entre lo cual seguramente dificultará la entrada a mi cuerpo de espías personales pero por otro lado también el estúpido de Eliot dudará en entrar así que no me tengo que preocupar de él.

Magnus: (preocupado)–¡¿estás segura que estarás bien sin mí a tu lado?!

Rosa: (avergonzada)–¡por supuesto....por favor ve que todos en el reino te necesitan más que nunca!

Magnus: (llorando)–¡pero ¿y si sucede algo y yo no estoy ahí o si me necesitas para ser tu escudo humano?....o peor aún, ¿que pasa si las estrellas caen del cielo y yo no estoy cerca para repelérlas por tí?!

Eleonora: (furiosa)–¡sólo vete y has tu trabajo viejo pervertido, o talvez ¿prefieres que la mande a Rosa fuera del castillo directamente a una casa de seguridad donde no podrás visitarla ni un solo día?!

Magnus: (llorando)–¡mi corazón no soportaría tal cosa, sin mi linda segunda hija yo quedaría devastado y no solo yo sino todo el reino desaparecería!

*Golpe*.

Eleonora: (molesta)–¡lleven a mi marido fuera y salgan todos que voy a tener una charla de chicas con Rosa!

Rosa: (narrando)–las guardias sacaron arrastrando a mi padre mientras estaba inconsciente, todos salieron de mi habitación y dentro solo que damos yo y mi madre en silencio absoluto aunque eso no duró por mucho tiempo.

Eleonora: (preocupada)–¡¿en serio estás bien sin él?, se que como hombre es muy decepcionante pero no hay duda de que es muy fuerte y puede protegerte de cualquier cosa!

Rosa: (sorprendida)–¡¿entonces para que hicistes que lo sacaran de la habitación?!

Eleonora: (preocupada)–¡pero si no lo sacaba tendría que castrarlo para que pudiera estar cerca de tí!

Rosa: (aterrada)–¡eso es horrible!

Eleonora: (sonriendo)–¡pero como es por el bien de Rosa está bien, cambiando de tema estoy preocupada por tu estado actual!

Rosa: (confundida)–¿a qué te refieres?

Eleonora: (preocupada)–¡no tienes amigas de tu edad lo puede ser muy malo para tu futuro y es por eso que me tomé la libertad de liberar un poco tu agenda y agregué una nueva clase para tí, te voy a enseñar cómo hacer una fiesta de té y para cuándo termines de aprender serás una dama entre de damas como ninguna otra!

Rosa: ¡no tenías que hacerlo....en serio, no tenías!

Eleonora: (emocionada)–¡pero me revolvía la mente el poder probar un té echo por Rosa, su sabor debe de ser increíblemente dulce y revitalizante para el corazón....además seguramente te verías adorable en una fiesta de té!

Rosa: (narrando)–ella se regocijaba pensando en todo tipo de cosas sobre mí y repitiendo mi nombre una y otra vez, cuando al fin se cansó ella me tomó entre sus brazos y me colocó sobre sus piernas para acariciarme la cabeza como si fuera un gato. A la tarde las clases de etiqueta comenzaron y mi madre se empeñó en que aprendiera cada cosa que hay que tener en cuenta durante una fiesta de té, desde los utensilios que hay que usar hasta el té apropiado para cada hora del día y cada estación.

Eleonora: como decía el té más apropiado para tomar durante la primavera es uno echo de flores de aroma dulce ya que combinan perfectamente con la estación pero si prefieres puedes usar uno de Rosas lo que te haría ver muy linda y elegante mientras lo tomas.

Rosa: (pensamientos)–¡ella sólo quiere verme bebiendo té....realmente mi orgullo como persona ya debe de haber muerto!

Rosa: (narrando)–los días pasaron y cada vez mis modales se perfecionaban siendo moldeados por Eleonora, para cuando terminó la semana mi mente era una marioneta perfectamente hecha para una sola cosa y era celebrar una fiesta de té. Por otro lado la reconstrucción de la ciudad fue hecha de forma rápida ya que no habían muchos daños pero aún se podían notar la tensión por un posible segundo ataque lo cual me aseguré de que no sucediera, gracias Serina varios espías fueron interrogados y silenciados sin llamar la atención.

(Una semana después).

Rosa: (narrando)–mientras caminaba por el pasillo las doncellas se movían de un lado al otro sin descansar ni un según, mientras caminaba escuché a dos de las mucamas hablar por lo que me oculté detrás de un pilar.

MucamaA: (emocionada)–¡espero que me escojan para servir en la fiesta del solsticio, poder servir a tantas jóvenes nobles e incluso podría convertirme en una dama de compañía de alguna de ellas!

MucamaB: (emocionada)–¡yo también deseo poder servir en una fiesta tan elegante, escuché de una amiga que algunas de las sirvientas que han está ahí fueron tomadas como amantes de esas nobles y ahora viven solo para servirles en mente, cuerpo y alma!

MucamaC: ¡yo también lo escuché que para que las hijas de las casas nobles permanezcan puras toman a una sirvienta que cuide de la pureza de las señoritas!

MucamaB: ¡no es sólo eso, cuando uno le agrada a alguna princesa recibe suficiente dinero para vivir en paz por el resto de nuestras vida!

Mucamas: (emocionadas)–¡ya quiero que llegue el día!

Rosa: (pensamientos)–¡eso es demasiado para mí....¿eso significa que yo tendré que tomar a una sirvienta para que me sirva?....es muy confuso!

Rosa: (narrando)–antes de que ellas me notaran me alejé y cuando confirmé que ellas ya no me notarían salí corriendo en busca de Eleonora para poder aclarar mis dudas sobre la fiesta del solsticio. Frente a mí estaba la puerta de su oficina, generalmente no me acerco a éste lugar debido a que no me gusta interrumpir su trabajo pero como necesitaba saber todo lo relacionado con lo que escuché de las mucamas tenía que entrar y preguntar directamente así que lentamente giré la perilla y empujé la puerta lentamente, justo en el centro de la oficina Eleonora se encontraba leyendo varios papeles pero los soltó al notar mi presencia.

Eleonora: (curiosa)–hola Rosa, ¿que te trae por aquí?

Rosa: escuché varias cosas sobre la fiesta del solsticio y lo que hacen ahí.

Eleonora: todos se mueven, después de todo solo sucede una vez cada diez años cuando la luna llena se vuelve blanca y ya que solo los nobles de diez años o más pueden participar, la fiesta se divide en dos partes las cuales son la gala y la fiesta de té.

Rosa: eso explica porque me querías enseñar sobre la etiqueta de la fiesta de té.

Eleonora: por supuesto que no, simplemente quería pasar más tiempo madre e hija además de que tengo una sorpresa especial para la fiesta.

Rosa: (narrando)–aunque su sonrisa radiante se mostraba coqueta sus ojos eran los de una bestia a punto de saltar a su presa lo que solo podía significar una cosa y era que quiere que pruebe muchos vestidos, realmente mi orgullo como hombre debe de estar agonizando.
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Hola a todos, aquí está finalmente el capítulo el cual le dedique mucho esfuerzo pero valió la pena.