Reencarnación vampírica (6)

Mordida 4

Instintos latentes.

Rosa: (narrando)–meses después de recibir la tiara encantada mi vida se fue complicando ya que mis padres nos mandaron un tutor para iniciar nuestra educación básica con respecto al reino y al mundo. En el mundo hay diez dioses altos y varios dioses menores, entre ellos la diosa de los pecados y el dios del sol, éstos son los que manipulan el bien y el mal lo que significa que en mi cuerpo están sus bendiciones. Los rubíes de sangre como ya sabía son sangre de dragón y maná divino el cual puede generar "milagros", éstos se usan para obtener capacidades y habilidades únicas las cuales se usan en guerras de gran importancia para las distintas especies del mundo. Además éstos rubíes se pueden encontrar de manera natural como en canteras pero encontrar canteras es muy difícil y por suerte el reino tiene siete y ésa es la razón de la guerra. Nuestro vecino quiere tres de las canteras de nuestro país.

Tutor: ¡ya terminamos por hoy así que espero verlas mañana...

Gabriela: (cansada)–¡Rosa, ayúdame!

Rosa: (preocupada)–¿que pasa?

Gabriela: (cansada)–¡estoy muy agotada así que por favor dame un abrazo!

Rosa: ¡está bien pero deberías descansar en tu cama!

Gabriela: (tranquila)–¡me gusta más descansar en tí que en mi cama ya que tú tienes fragancia de rosas y mi cama no...

Rosa: (susurrando)–¡ya se durmió como siempre...

Gata: (maullido)–¡nyaa!

Rosa: (susurrando)–¡ven aquí que tú también eres muy importante para mí...mamá!

Rosa: (pensamientos)–ella siempre estuvo conmigo, mi madre incluso cuando estaba dando mis primeros pasos. Ella se sacrificio por mí y por eso encontraré la forma de devolverla a la normalidad...

(Dos años).

Rosa: (narrando)–hoy me encontraba en mí librería de magia favorita ya que podría encontrar todo tipo de cosas. Desde ese día he estado buscando día y noche alguna forma de invertir los efectos del contrato pero no he tenido éxito. Luego de comprar varios libros de alquimia de repente me inunda una sensación de sed que no  puedo describir así que salí de la tienda corriendo.

Guardia: (preocupada)–¡su majestad, espere por favor que es muy peligroso ir por ahí sin compañía!

Rosa: (pensamientos)–sed, tengo sed, mi garganta me duele y está muy seca...ése olor es dulce...

Rosa: (narrando)–sentí una fragancia que me atraía lentamente, venía de una carnicería. Cuando me acerqué el carnicero estaba colocando la sangre de un cerdo desolládo colgando de una cadena al techo, se veía delicioso lo que caía y en ese momento lo comprendí; yo nunca tomé sangre luego de venir aquí lo que significa que ya no me puedo mantener con solo comida humana. Esperé a que el carnicero se fuera y entre por una ventana usando un banco de la entrada y revisé por si había alguien más pero por suerte no hubo.

Rosa: (excitada)–¡haaaa, cuanto esperé por ésto...

Rosa: (tragando)–glup..

Rosa: (narrando)–habia tomado la cuenca donde la sangre caía y la regué sobre mí manchando mi vestido pero no importaba.

Rosa: (pensamientos)–que dulce, ésto es lo mejor que he probado en años.

Rosa: (excitada)–¡aún te queda mucho dentro señor cerdo...amm!

Rosa: (narrando)–mordí directamente al cerdo que tenía su garganta sangrado y empecé a tomar hasta sacar toda su sangre.

Rosa: (tranquila)–...mi vestido...ya sé...vampirofilia!

Rosa: (narrando)–toqué mi vestido ensangrentado lo que hizo que esta se moviera como yo quería así que la lleve a mi boca y me la tomé, luego salí y me encontré con mi guardia lo que los tranquilizó.

(Un año después).

Rosa: (narrando)–recientemente he estado llendo por toda la ciudad y escapando me de mi escolta para evitar que me vean tomar sangre de animales de las carnicerías aunque mis padres empezaron a sospechar.

(En el castillo).

Magnus: (preocupado)–¡Rosa, hay algo que necesito hablar con tigo en privado así que todos salgan de la sala!

(Puerta cerrándoce).

Rosa: (nerviosa)–¡padre, ¿sucedió algo?!

Magnus: (preocupado)–¡sí, he recibido reportes de tus escapes repentinos cuando sales así que quiero que me digas que te sucede!

Rosa: (nerviosa)–¡es algo que no te puedo decir!

Magnus: (preocupado)–¡con más razón debes decirme!

Rosa: (nerviosa)–¡no puedo, es algo que debo mantener en secreto por el resto de mi vida!

Magnus: (preocupado)–¡¿acaso es tu lado vampiro?!

Rosa: (en shock)–¡¿cómo sabes aserca de eso y desde cuándo?!

Magnus: (serio)–¡sabía que este día llegaría desde el primer día que te ví pero nunca creí que tan rápido. Pensé que tú lado vampiro nunca aparecería debido a que nunca mostrarte rechazo a la luz solar ni al agua bendita...aaaaa...escucha, desde que comenzástes a escapar han habido muchos reportes de carniceros que cuando desvían la morada toda la sangre de los animales que cuelgan desaparecen aunque no parecen preocupados solo un vampiro puede hacer algo así y tú eres el único aquí!

Rosa: (silenciosa)–¡lo sé, soy un monstruo...yo...

Magnus: (nervioso)–¡no, no lo eres...en realidad eres todo lo contrario. No cualquiera hubiera elegido alimentarse de animales en vez de humanos!

Rosa: (llorando)–¡yo...yo...lo siento por escaparme....gaaaaa....

Magnus: (nervioso)–¡no espera....no llores que todo estará bien!

Rosa: (narrando)–desde entonces padre trae animales para alimentarme una vez a la semana lo que facilitó mucho el ocultar mi estado como vampiro.

(Pvo ??????).

??????: (narrando)–yo soy la diosa oscura de los pecados, aunque mi nombre no ha sido pronunciado en más de mil millones de años yo soy de los dioses principales y mantengo el caos en el mundo para mantener el equilibrio pero recientemente la vampira que cree es realmente interesante ya que salió completamente de mi control lo cual era lo que esperaba. Mi plan es hacer que el orden y el caos se combinen a través de la luz y la oscuridad pero el dios del sol quiere que el mundo esté en el orden absoluto, lo que él no sabe es que tengo a alguien de mí lado y es la diosa madre, mi madre y creadora la cual desea que el mundo esté en libertad de las leyes que rigen el orden y el caos ya que nadie puede elegir ser bueno o malo.
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Gracias por leer y comenten.