5. El Castido del Entrenador

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Tatsuya caminaba tranquilamente de regreso a su habitación luego de desearle  buena noche a "Midorikawa". La mayoría de las habitaciones se encontraban con las luces apagadas y en silencio, siendo la excepción la habitación que compartían "Hiroto" y Haizaki, aparentemente había una guerra campal dentro de ese cuarto, pues ninguno de los dos peli-grises quería ser el responsable de apagar la luz.

Yo apagué la luz ayer, te toca a ti niño rico malcriado!

- ¡Repite eso intento de demonio de cuarta!

- ¡Nos salió sordo el aspirante a dios goleador!

- ¡Van a conocer un verdadero demonio como no apaguen la maldita luz y se vayan a dormir!

Tatsuya solo rió levemente, pues luego de la amenaza de Fudou se formó un silencio y la luz fue apagada.

Mañana te tocará a ti! - Tatsuya escuchó la queja de "Hiroto" mientras seguía caminando a su recámara.

- ¡Duérmanse! - parece que Fudou también escuchó.

Vaya, los Fubukis siguen despiertos, eran los únicos que se acomodaron tres en una sola recámara. Porque a Atsuya se le metió entre ceja y ceja que solo él iba a dormir con sus hermanos mayores y nadie logró hacerle cambiar de opinión.

En la habitación que compartían Hijikata y Someoka se escuchaban los fuertes ronquidos de ambos. Tatsuya llegó a sentir pena por las habitaciones aledañas a ellos.

Por lo que llegó a observar, la habitación de los Endous seguía activa, pero no escuchaba ruido alguno, por fin terminó de llegar a su recámara donde se encontró a Hiroto leyendo tranquilamente.

-¿Usas lentes? - fue lo primero que llamó la atención de Tatsuya.

- Solo para leer. - respondió Hiroto - ¿Tu no necesitas?

- Para nada. Pero se te ven bien. - dijo Tatsuya encaminándose a su cama.

- ¿Qué fuiste a hacer? - más que mera curiosidad, Hiroto trataba de seguir conversando con su otro yo.

- Fui a decirle buena noche a "Midorikawa".

- Son muy cercanos ustedes dos. - afirmó el pelirrojo quitándose los lentes y guardando el libro.

- Más de lo que crees. - respondió Tatsuya con una sonrisa. Hiroto solo lo miró curioso por el trasfondo que podría tener esa respuesta.

- Son amigos. Nosotros también lo somos. - dijo seguro Hiroto - No se puede ser más cercano que eso.

- Si se puede. Pero, eso solo ocurre cuando comienzas a diferenciar las maneras de querer que tienen las personas.

- Creo que me estoy perdiendo punto de la conversación.

- Bueno... - dijo pensativo Tatsuya - Por ejemplo: Saginuma, Haruya, Suzuno y Yagami, son mis amigos. "Hiroto", puedo considerarlo mi hermano, aunque no tengamos la misma sangre. Pero "Midorikawa", ya no tiene cabida en ninguna de las categorías anteriores.

- Perdona, pero tendrás que ser más específico. - respondió apenado Hiroto, su cabeza ya había formado una idea, pero se negaba a aceptar esa explicación.

- "Midorikawa" es mi mejor amigo, puedo contar con él en los buenos y malos momentos, también es mi mejor confidente, mis sueños, dudas, temores o ideas, se que todo se lo puedo contar y él lo guardará como si fuera un secreto de Estado. Mis penas y alegrías, sé que las puedo compartir con él. Y por un tiempo todo eso estuvo bien. Como dije es mi mejor amigo. - dijo Tatsuya completamente seguro de sus palabras.

Nuestra Realidad (Inazuma Eleven Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora