Nuestra Realidad (Inazuma Eleven Yaoi)

Memorias

- ¿Qué está pasando aquí? – en ese momento todos sufrieron un escalofrío. Kudo estaba detrás de ellos, que vino después de escuchar semejante escándalo.

- Un pequeño accidente entrenador. – respondió Endo nervioso.

- Eso veo. – dijo con ojo crítico – estas no son horas de estar merodeando, todos a dormir.

Y no tuvo que repetirlo para despejar el pasillo, todos entraron a sus respectivas habitaciones, dejando a los dos peliverdes solos con el desastre.

-Ordenen esto. – dijo antes de cerrar la puerta y retirarse. Escuchando las quejas de los dos revoltosos.

Regresó tranquilamente a su habitación, después de cerciorarse que no habían despertado a Fuyupe.

~*~*~*~*~*~*~*~

Los pelirrojos junto a "Hiroto" regresaron a su recámara, pero no fue hasta que estuvieron dentro que Tatsuya notó la mueca de dolor de su hermano.

- ¿Qué pasó? – se acercó preocupado, captando la atención de Hiroto.

- ¿Estás bien? - ahora preguntó el otro pelirrojo.

- Me choqué con Endo cuando salíamos del cuarto, terminé golpeándome la herida. – en ese momento ambos recordaron que el peligris había sido herido por un láser de Jaret.

- Déjame ver. – se acercó Tatsuya alzándole la camiseta - ¿Por qué no has avisado?

- No es la gran cosa.

- ¿Cómo no es la gran cosa? ¡Estás sangrando! – lo regañó Tatsuya.

- Apenas son unas manchas.

Hiroto veía el intercambio de los dos hermanos. Por su parte Tatsuya tenía razón, el golpe fue lo suficientemente fuerte como para sacarle sangre, pero "Hiroto" también tenía punto, apenas eran puntos de sangre lo que se veía, eso sanaría rápido.

~*~*~*~*~*~*~*~

Baddap y Goenji, estaban ya en cama cada uno, cuando el peligris exclamó.

-Ah... olvidé repartir el resto de los comunicadores.

- ¿Los qué? – preguntó el goleador ya atontado por el sueño.

- Duerme, mañana les informaré. – dijo Baddap para acomodarse en su cama.

El exsoldado no había terminado de decir la oración y Goenji ya había vuelto a caer en la almohada y cerrado los ojos.

~*~*~*~*~*~*~*~

-Tenemos que hablar. – Fudo no había terminado de cerrar la puerta y Tobitaka ya lo había abordado con la carta en mano.

El ojiverde tomó el papel notando que todo fue escrito con recortes de periódico.

-Esto es un cliché de películas. – se quejó para exasperación de Tobitaka.

- Solo lee la carta y quéjate en silencio.

"Así de fácil es llegar a sus amigos... No pueden estar encerrados por siempre y tampoco pueden protegerlos a todos.

¿Por qué no dejamos los juegos y dan la cara?

Salgan a jugar conmigo si se atreven.

Att: Su verdugo."

- ¿Quién tenía la nota? – preguntó Fudo al entender la primera oración, el tipo de la máscara se la había dado a alguno de los chicos.

- Toramaru, ha salido hoy con Tsunami, Tachimukai y los Midorikawas. Esperó a que estuviera solo y se la entregó.

- Maldito, mira que ir por el menor. – Fudo arrugó entre sus manos el papel.