Prólogo

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Pero al final, todos se alejan

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Pero al final, todos se alejan.// Incluso aquellos que prometieron quedarse.

||Hace tres años||

Ha pasado una semana desde la última vez que viste a Tom, lo que era inusual para los dos. Normalmente, pasabais el rato en cualquiera de vuestras habitaciones, escuchando música, viendo una película, hablando de vuestras vidas, contándoos los chistes más raros.

Tom no había respondido a ninguno de tus mensajes durante días y empezabas a sentir como si algo le estuviese molestando. Normalmente te respondía en minutos, incluso cuando estaba ocupado. Algo no iba bien y tenías miedo de averiguar lo que era.

Mirando por la ventana de tu cuarto, lo ves irse por la puerta principal de la casa de los Holland, yendo hacia su coche. Aprovechas la oportunidad para correr escaleras abajo y saludar a tu mejor amigo. Gran error.

-¡Tommy!- Giró su cabeza con el sonido de tu voz, pero no parecía muy feliz de verte.

-T/N, hola- Sonrió.

-¿Dónde has estado? No te he visto en años.

-Ocupado.

-¿Va todo bien? Tampoco me has mandado ningún mensaje. Estoy preocupada por ti, preguntaste, acercándote a él.

-Estoy bien- Sus palabras eran frías, nada que ver con lo que estabas acostumbrada a oír de él.

-¿Estás seguro? Porque no parece que estés contento de hablar conmigo.

-A lo mejor es porque no lo estoy- Replicó haciéndote retroceder unos pasos, con lágrimas empezando a rodar por tus mejillas.

-¿Q-qué?

-Oh, por el amor de Dios, Déjame. En. Paz. Deja de ser tan jodidamente dependiente. Búscate unos putos amigos. Tengo una cita. Adiós- Dijo mientras se subía al coche y se iba. Este fue el momento en el que rompió tu corazón en pedazos, dejando un vacío que nadie sería capaz de rellenar en los próximos años. Esas fueron las últimas palabras que te dijo, las palabras que aún te perseguían en tus sueños porque no tenías ni idea de lo que habías hecho y de por qué te había dicho esas cosas. 

Después de eso, no volvió a cogerte el teléfono o te respondió a ninguno de tus mensajes, ni siquiera te miraba cuando se cruzaba contigo. Tom básicamente dejó de considerarte una persona real y tú no sabías el porqué, lo que fue probablemente por qué esta situación te seguía acechando años después.

Aquel día subiste a tu cuarto y lloraste hasta que no pudiste más, deseando nunca haberte hecho amiga suya, deseando que nunca te hubiera dicho que estaría ahí para ti para siempre.

Lloraste por tu corazón roto. Pensabas que sabías lo que era un corazón roto, pero todo lo que te había pasado anteriormente no tenía nada que ver con el dolor que sentías después de haber escuchado esas palabras de Tom.

Lloraste por la posibilidad de haber perdido a tu mejor amigo, tu apoyo, tu hombro en el que llorar. Tendría que haber estado ahí para arreglarte, para sujetarte, para decirte que todo iba a salir bien. Tom no era el que se suponía que te iba a hacer llorar en primer lugar. -Siempre te protegeré.

Lloraste porque te hizo daño el único chico que nunca pensaste que te iba a hacer algo así, un chico al que querías más que a nada.

-¿Alguna vez has besado a alguien?- Tom preguntó mientras los dos estabais tumbados en el césped, mirando las estrellas.

Era una bonita noche de verano, los dos estabais en las vacaciones de verano y normalmente pasabais las noches tumbados en tu jardín, hablando de cosas aleatorias. Siempre te ha fascinado todo lo que tenía que ver con las estrellas y el espacio exterior, así que esta era una de tus actividades favoritas. Los dos estabais tumbados uno al lado del otro hasta que Tom hizo esa pregunta.

-No...

-¿Q-quieres?- Susurró mientras girabas tu cabeza para mirar al chico que estaba a tu lado.

-¿A-ahora?

-Quiero decir, es lo mejor que podría pasar, ¿no? Practicar, antes de que alguno de los dos consiga novio o novia. Sabemos todo sobre el otro...y me podrías decir si soy malo besando.

-Vale.

-¿Vale?- El chico estaba sorprendido de que hubieras accedido.

-Si, vale hagámoslo. Quiero decir, somos tú y yo ¿no? No pasa nada, sonreíste mientras los dos os ibais acercando hasta que vuestros labios se chocaron en el medio. Sus labios eran suaves y ninguno sabía que hacer después. Lo que era sorprendente para los dos era como de bien se sentía besaros. Podrías no tener ni idea de cómo besar en aquel entonces o que hacer después de eso, pero sabías que se sentía bien, como si los dos estuvieseis hechos para besaros.

Él fue tu primer amor. Pensando en aquella noche, nunca te diste cuenta de cuánto tendrías que haber valorado ese momento, valorado esa amistad que habíais compartido, porque parecía que se había acabado antes de lo que pensabas.

Fue tu primer beso. El momento en el que vuestros labios chocaron por primera vez fue el momento en el que te diste cuenta de que te habías enamorado de tu amigo de la infancia, y había una parte de ti que deseaba que él también.

Fue el primero en romperte el corazón. Tom se llevó tu corazón con él cuando cerró la puerta de su coche aquel día. No fue hasta dos años y medio después que Jack, tu actual novio apareció y empezó a arreglar las cosas. Eras feliz con él, era genial.

¿Pero te olvidaste de Tom? No.

¿Te olvidaste de lo que te dijo Tom aquel día? No.

¿Seguían merodeando esas palabras en tu oreja cada vez que algo parecía ir mal con Jack? Sí.

Tom te jodió y deseabas que pudieras decir que lo odiabas, pero no lo hacías. Aún había una parte de ti que echaba de menos al chico moreno y a sus preciosos ojos marrones. Esa parte de ti esperaba que algún día supieras por qué te dijo todas esas cosas aquel día. ¿Fue culpa tuya que se fuera y nunca volviera a tu lado?

-¿Sabes? Siempre seremos los dos contra el mundo.

Mentiras.

Remember When ESP (Tom Holland AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora