CAPITULO 39: EL PRIMCIPIO DEL FIN

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Todo se mantuvo en silencio mientras se sentaban en los sofás y el albino iba a la cocina a traer algo de beber. Ambos semes se miran fijamente con el ceño fruncido y se sentía la furia proveniente de ambos, sobre todo por parte del escritor.

- emm... - mirándolos y temiendo decir algo, sentado junto a su amante frente a su hermano, el cual más que hermano parecía una bestia a punto de cometer un asesinato. - Lavi, ¿ya terminaste con tu nuevo libro? -
- no, aun falta... - sin quitarle la mirada ni un momento al pelilargo.
- ¿te queda mucho para finalizarlo? -
- no, solo un poco. - 
- mmm... - mirando a su sensei. – Yuu, ¿haz leído alguna vez un libro de Lavi? - sonriendo.
- No. - secamente.
- ... - con una vena en su cien por ese tono.
- ¿en serio? pero el es muy famoso ¿sabes? - 
- ¿lo es? - levantando una ceja.
- ... - ardiendo en furia, pero aguantándose.
- ehh... - poniéndose nervioso por la reacción de su hermano.
- ¿dónde esta el Moyashi? ya se esta demorando. -
- ... - su frente esta llena de venas y el humo salía de sus orejas. 
- esta preparando algo de beber... - 
- siempre ha sido tan tortuga para todo... - cabreado.
- ... - a punto de saltarle encima.
- vamos, Yuu... -
- No me digas Yuu, ¡renacuajo! - 
- tu... - susurrando con los dientes apretados de la ira. Iba a hacer algo, pero es interrumpido.
- ¿¿¡¡quién quiere jugo!!?? - entrando rápidamente poniéndose frente al pelirrojo.
- ¡YO! - poniéndose de pie. - te ayudo, Allen-san. - tratando de quitar sus nervios al ver esas miradas asesinas de parte de los dos mayores. Sirven los jugos y vuelven a sentarse los ukes junto a sus respectivos amantes que seguían mirándose con el ceño fruncido, sobre todo el mayor de los Bookman que estaba que estallaba en furia.
- y... que locas las coincidencias de la vida ¿no? - habla el albino - …el haber entrado en el dojo de Kanda. -
- eso es verdad, una gran coincidencia -
- mas bien mala suerte... - dice el pelirrojo.
- ... - ahora es a Kanda a quien le sale una vena en la cien.
- Lavi... - le susurra el peliblanco, en modo de queja.
- ¿qué? -
- ehh, pero otra coincidencia es que ustedes se conozcan, Allen-san... - tratando de amenizar el ambiente.
- si, en eso tienes razón... - sonriendo.
- ¿cómo se conocieron? Yuu - mirando al pelilargo.
- en la escuela. El es el mejor amigo de mi ex. - dice simplemente.
- ¿otro de tus alumnos? ¡auch! - al sentir el codazo de su amante en su estomago. – mm… - 
- ¿y cómo eras en la escuela? - preguntándole a su amante.
- normal. - secamente.
- jeje, sabes Ryu-chan, el no ha cambiado mucho desde entonces... siempre ha tenido esa cara de amargado... - riendo.
- jejeje, lo imagino. -
- tsk -
- ¿y cómo eras tu? Allen-san. -
- ¿yo? - pensándolo.
- era un frijol, igual que ahora. - cruzado de brazos.
- ¿a quién le dices frijol? bakanda. -
- a ti, ¡GARBANZO! -
- ¡por lo menos no era un amargado como tu! -
- eso no quita que fueras un tonto. - 
- mmm. - molestándose.
- emm... - "¿y ahora qué hago?" - mirándolos como discutían entre ellos y de alguna forma le produce algo de ternura - mj. - sonriendo. - …de todas formas, es muy lindo ver que aun son amigos... -
- ... - todos lo miran.
- si pueden molestarse de esa manera, es como si nada hubiera cambiado ¿no?- sonriéndoles. - …es lindo verlos tan unidos... -
- mj, es como tu y Lavi, Ryu-chan. -
- ¿eh? - mirándolo.
- ambos, más que ser hermanos, también son amigos y eso los hace tan unidos, ¿no? -
- mj, si, eso es verdad. -
- ¿tu qué opinas? Lavi. - mirándolo.
- ya lo dijiste tu... - aun enfurruñado por la presencia del otro.
- mj. - sonriendo. - bien... - poniéndose de pie - …debemos ir a hacer unas compras con Ryu... -
- ¿eh? - sorprendido.
- ¿qué? - ambos adultos se miraron mas molestos al decir eso al mismo tiempo.
- solo serán unos minutos, debemos comprar un vino para la cena... -
- hay vino, Allen... - 
- no, no hay del que yo quiero beber... - caminando y tomando la mano del menor de los Bookman. - …vamos, Ryu... - llevándoselo con el. - no hagan destrozos ¿si? - saliendo con el menor que estaba en shock. Se cierra la puerta.
- ... - ambos chicos que quedaron en el departamento no entendía ni un carajo, pero... sus miradas enfadadas volvieron a chocar.

POR FAVOR , TOMA MI MANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora