POR FAVOR , TOMA MI MANO

CAPITULO 27: UNA MUESTRA DE EGOÍSMO.

Ding dong

El escritor se pone de pie de su gran sillón, donde bebía su cerveza , algo pensador. Abre la puerta y la cabellera blanca de su amante se dejo ver, al igual que sus hermosos y grandes ojos platinados.

- Buenos días.. -le dice
- Buenos.. ¿No te dije que usaras la llave? -
- eh... bueno.. ñ.n - rascando su cabeza. - ya sabes que no puedo acostumbrarme tan rápido -
- ya han pasado dos semanas desde que te la di - 
- mm .. en fin, no vine a hablar del porque no uso mi llave... >.< -
- mj, ya veo.. - se acerca al menor y le deposita un tierno beso en sus rosados labios. Al cual el peliblanco solo atina a cerrar sus ojos y disfrutarlo.
Luego de ello, el moyashi pasa y se sienta en el sofá, seguido por Lavi el cual toma lugar junto a el, luego de ir por otra de sus cervezas.
- ¿y le dijiste? -
- si.. - 
- ¿y que te dijo? - mirándolo, ya presintiendo la respuesta.
- mm.. era de suponer que haría un berrinche.. - cerrando los ojos cansadamente, apoyando su cabeza en el respaldo del sofá. - niño consentido.. -tocando sus cienes con sus dedos.
- pero era de esperar que reaccionara así.. - agachando su cabeza
- claro que no, el debería estar contento de que su hermano favorito por fin deje de ser tan idiota.. - 
- jejeje - riendo por el comentario - pero.. ¿como te sentirías tu si estuvieras en su lugar? -
- mm .. para eso falta mucho.. -
- ¿falta mucho? - 
- claro, Ryu aun es un niño.. -
- ¿un niño? - riendo - Lavi, Ryuichi kun ya tiene 18 años, ya esta bien grande.. -
- no me importa... aun no es mayor de edad.. - 
- ¿y tu lo eras antes de tener tus primeras conquistas? ¬¬ - 
- eso no es importante.. - 
- mm... dicen que las cosas asi vienen de familia - cruzando los brazos.
- yo y Ryuichi somos muy distintos.. -
- no lo creo.. -
- ¿y ahora que voy a hacer para que no este mal? -frunciando el ceño
- mmm.. creo que deberiamos repensar nuestra desicion.. -
- ¿repensar? - mirando de reojo.
- si, quizas es una desicion demasiado apresurada.. -
- ya llevamos saliendo bastante tiempo moyashi.. -
- lo se, pero.. quizas deberiamos darle un poco mas de tiempo hasta que pueda aceptarlo.. -
- no seas bobo, Allen.. -
- ¿bobo? ¬¬ -
- si hacemos eso Ryuichi nunca terminara por aceptarlo, por el que me casara con mi computadora, solo para tenerme siempre a su lado. - abriendo los ojos, mirando en direccion haia el techo. - ademas si hacemos eso, seguire malcriandolo y si quiero que comienze a vivir una vida normal, debo dejar de hacer todo lo que me pide. -
- mm.. si, lo entiendo, pero... dejarlo madurar no incluye tambien , ¿su lado amoroso? -
- no - cortante.
- ¬¬ baka celoso. -
- mmm... - se estira en el sofa, acurrucando su cabeza en las piernas del albino - ...necesito que me hagas sentir mejor -  mirandolo dulcemente.
- mj.. - sonrriendo y acariciandole sus rojizos cabellos - .. ¿y ahora quien es el mimado? -
- mj.. - sonrriendole.
Ambos se quedan mirando fijamente unos segundos, hasta que Lavi estira su mano y acarician la blanca mejilla del albino, el cual, con su rostro ya de un carmesi color, se agacha y besa al mayor. Ambos comparten un tierno, pero a la vez sensual beso. El cual a medida que pasaban los minutos, aumentaba su intensidad, se separan unos segundos y se vuelven a mirar a los ojos.
- vamos a la cama.. - le dice su amante que aun seguia recostado en sus piernas.
- pero.. -
- ¿quieres hacerlo aqui? - mirandolo sensualmente.
- ¡¡ por supuesto que no !! ¡¡ Hentai !! >////< -
- mjejeje.. vamos.. - enderezandose y empujando al menor al sofa.
- Lavi.. - callendo en el sofa - .. ¡¡espera!! - 
- jejeje.. - subiendose sobre el menor, lamiendo el cuello banclesino. 
- espera... jajaja.. - riendo por que la respiracion de su amante le hacia cosquillas - ¡¡yaa!! me da.. jeje, ¡¡ya!! -
- jejeje.. - sin detenerse.
- ¡¡ Lavii !! jejeje.. - riendo.
Luego de unos segundos el mayor encuentra la boquita del mas pequeño, tomandola con la suya propia, haciendo que sus lenguas jugaran juntas por varios minutos, en los cuales tambien aprovecharon de acariciarse, y hacer que sus cuerpos se sintieran cada vez mas exitados.
Cuando las manos de Lavi ya recorrian por debajo de las vestimentas del moyashi, el telefono comienza a sonar, al principio no lo tomaron en cuenta, pero este no dejaba de sonar.
- nn.. Lavi.. - 
- ¿que? - inspirado en lo que hacian.
- contesta... - tratando de evitar sus gemidos, ya que tambien estaba bastante exitado con lo que hacian.
- no.. - desabotonando la camisa del albino.
- nn.. puede que sea.. Ryuichi kun.. -
- mm.. - deteniendose lentamente, al escuchar los insistentes sonidos del telefono.. - uff.. - incorporandose y poniendose de pie, caminando hasta el telefono. - diga.. -
- Lavi, soy Misa.. -
- mm.. - molestandose, ya que se detuvo por nada, mientras tanto el peliblanco arreglaba su camisa. - ..¿que quieres? -
- ¿estas con Ryuichi? -
- no, ¿porque? -
- ¿no paso la noche contigo? -
- ¿oh? - saliendo de su enfado, entrando a la preocupacion - ¿a que te refieres con eso? lo deje en casa anoche.. -
- mierda.. - 
- ¿que mierda? ¿donde esta? - 
- no paso la noche en la mansion, Lavi.. -
- ¿que? - frunciendo el ceño. 
- y no tengo el numero de nadie, para saber donde esta! -
- maldicion... - enojado y preocupado - .. ¿lo llamaste al movil? -
- si, pero lo tiene apagado.. -
- ... voy para alla... - colgando. Presuroso camina hasta su alcoba.
- ¿que sucedio? - Le pregunta el menor, siguiendolo.
- Ryu no paso la noche en casa.. -
- ¿oh? - sorprendido y preocupado. 
- debo ir a la mansion y llamar a alguien que rastre el movil de Ryu.. - poniendose un abrigo.
- ¿quieres que te acompañe? -
- no te molestes, ¿no debes ir a trabajar? -
- si, pero.. -
- lo encontrare.. - acariciandole su cabello. - te llamare a penas sepa algo... -
- de acuerdo.. -
- puedes quedarte a tomar desayuno, ¿si? - abriendo la puerta.
- ¡¡ Lavi !! -
- dime.. - mirandolo.
- has las cosas con calma... el estara bien.. - mirandolo tiernamente.
- mj, de acuerdo.. - se devuelve y besa al peliblanco, luego camina hasta el ascensor.
El ojiplateado lo queda mirando hasta que se va, deseando que nada malo le haya sucedido al menor de los Bookman.