Trato || Joerick

↦8↤

La escandalosa risa de Christopher resuena por toda la casa, hace que me ponga más incómodo de lo que ya estaba.

Estamos sentados en la sama de la gran casa "Pimentel".

Me ha venido a visitar, al menos no es mal mejor amigo.

Pero...

Le he contado lo que sucedió anoche.

Sí, tuve un sueño húmedo con Joel.

—¿Y como te has dado placer? ¿Usaste los dedos? —me vuelvo a sonrojar y otra vez vuelve a soltar una gran carcagada.

Lo golpeo en el hombro fingiendo enojo.

—Cállate —gruño—. Solo me bañe con agua fría— me encojo en mi asiento. Queriendo fingir que no me importa.

No soy vírgen. Y le he contado a Chris esas experiencias.

Pero con Joel es diferente, me hace sentir incomodo.

—Está bien, está bien —limpia las lagrimas que tiene a causa de la risa.

—¿Porqué te has bañado con agua fría anoche Erick? —abro mis ojos, me vuelvo a sonrojar. Creo que sera un hábito.

Chris vuelve a reír.

—Yo...mejor me voy —se levanta de su asiento, me da un beso en la mejilla y se va.

—Adiós Christopher —volteo a mirarlo.

Lleva sus pans y una playera.

Acaba de terminar de entrenar en el Gym.

—Adiós Joey —le da un beso en la mejilla.

P-U-T-A

—Ahora —me mira—. Me contestaras la pregunta que te hice? —alza una ceja.

Juro por dios que eso hace que se vuelva realmente sexy.

—Yo... em... bueno... ¿tenía calor? —finjo una sonrisa.

Me mira dudoso.

Se levanta y me sonríe.

—Ay Erick, pequeño Erick —se acerca a mi rostro y yo retrocedo—. Desde el primer día que te vi, también tuve esos sueños contigo —me susurra en el oído, se separa de mi y se va.

Dejándome aturdido.

En shock.

A fantaseado conmigo.

Ay, por dios.

Por favor, tragame tierra.

[...]

Ya en la tarde, cuando Joel regresa de su reunión de trabajo.

Me pide que lo acompañe a su oficina, según él tenía que hablar conmigo de algo importante.

Aun sigo con la misma pregunta.

¿Qué hago aquí?

—Toma asiento Erick —me ordena.

Rápidamente lo obedezco.

—Y bien, ¿qué hago aquí? —pregunto una vez sentado enfrente de él.

— Te preguntaras el porque estas aquí, en mi casa, te contare el motivo por el cual me viste en tu casa y porque te dije que le dije a tu padre que quería estar contigo.

—Bien, te escucho.

—Tu y yo, nos conocíamos desde antes Erick, se que tú no me recuerdas, pero yo si —frunso el ceño, ¿cómo que nos conocíamos desde antes?

—¿Desde cuándo nos conocemos?

—¿Recuerdas la fiesta que hiciste con Christopher y Joaquín? —asiento un poco desconcertado—. Para ese entonces tú eras un niño, tenias quince años, ¿cierto?

—Sí, yo tenía quince años, pero ¿tú qué hacias en esa fiesta?

—Zabdiel había conocido a Christopher desde los quince años, él y Chris llevan 3 años conociéndose, pero recién acaban de iniciar su relación amor...

—¡¿Qué?! ¡Como que Christopher ya conocía a Zabdiel desde los quince años! —pregunte alterado, eso es demaciado tiempo.

—Esa es otra historia que no me incumbe contarla —me cruzo de brazos y asiento, Christopher tiene mucho de que hablar y espero que Joaquín no sepa de esto—. Chris invito a Zabdiel a la fiesta y yo lo acompañe.

—Sigo sin entender, ¿qué tiene que ver eso con que nosotros nos conozcamos?

—Voy a ese punto, recuerdo que ibas vestido de manera muy inapropiada para mi gusto, llevabas una mini falda y un top, esa noche tomaste mucho y cuando me miraste te acercate y trataste de seducirme para que yo me acostara contigo, yo te dije seguir la corriente, estabas muy tomado después de eso te llevé a una habitación y terminaste totalmente dormido pero comenzaste a remover y decidí quitarte la ropa.

Estoy más rojo que una manzana.

Todo tiene sentido, de esa noche no recuerdo nada, pero si recuerdo que desperte en uno de los cuartos de Christopher sin ropa.

—¿Tú fuiste él que me desnudó?

—No completamente pero si fui yo.

—¿Eso es todo?

—No, desde ese día no podía olvidarte, contraté a un detective privado y te vigile, estuve así por tres años, hasta que un día pude volver hablar contigo, en tu fiesta.

—¿Estas queriendo decirme que todo este tiempo me has tenido vigilado? ¿estas loco o qué? ¿por qué has hecho eso? No podías simplemente hablarme como una persona normal.

—No, no podía, tu padre y yo tenemos negocios juntos Erick y si yo le quitaba a su preciado hijo me metería a la cárcel por ser mayor que tú.

—¿Y por qué no me dijiste nada en la fiesta?

—No era tiempo para contarte eso además te contaría después de conocernos.

—Pero sigo sin entender que hago aquí

—Cuando cumpliste dieciocho años le conté a tu padre sobre mis sentimientos hacia ti, prácticamente le pedí permiso para poder salir contigo, al principio no estaban de acuerdo pero después de un tiempo me dijieron que no te lastimara y que te valorara.

—Estas queriendo decir que...

—Erick, llevo enamorado de ti por tres años.