Capítulo 6.

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—¿Qué? Vuelve a decir lo que dijiste.

—Que tal vez estaría mejor muerto —lo tomó de los hombros—. Debí haber muerto hyung, debí haberlo hecho.

—¿Qué pasa contigo, eh? —se alejó y se puso de rodillas—. ¿Qué he hecho mal? ¿Qué mierda he hecho mal como para que quieras morir?

—Tú no has hecho nada malo.

—¿No? ¡¿No?! —miró los ojos del menor—. ¿Entonces qué pasa contigo? 

—Él me dijo que no me quieres y que estaría mejor muerto.

—¿De que él hablas? —se paró haciendo que Jung retrocediera—. ¡¿A qué mierda te refieres?!

—Él

—¿Quién es él? —elevó de nuevo el tono de voz.

—Pues él.

—No te entiendo nada.

—¿T-Tú me has perdonado? 

—¿A qué viene eso? —se acercó al menor y este se alejó.

—¡Responde! 

—No necesito perdonarte nada. Era un niño inmaduro cuando paso eso, yo ya he madurado.

—¡¿Seguro?! —se acurrucó en el piso.

—Sí, eres mi hermano y no tengo porque odiarte.

—Pero no tenemos la...—Haru le lanzó una almohada.

—No vuelvas a decir eso. Eres mi hermano y ya —se acercó, esta vez el menor lo dejó abrazarlo—. Tú eres mi hermano, grabatelo en la cabeza.

—Él no me deja, él me lo recuerda siempre. Siempre me recuerda que tú no me quieres, que soy un idiota. Me recuerdo lo malo que he sido.

—Junghwan, no puedo ayudarte si no me dices a qué te refieres.

—La voz de mi cabeza, él me lo dice. Me molesta cuando estoy en paz —Haru lo soltó y miró sus ojos.

—Dime Junghwan. ¿Él te-te incito a...eso? —se podía notar miedo en su tono de voz. Asintió y Haru se quedó casi helado—. Por Dios, ¿por qué nunca dijiste eso?

—Porque él me dijo que nadie me iba a creer, que si lo decía creerían que estoy loco.

—Necesitas ayuda. Por favor déjame ayudarte.

—Te quiero —se acercó y rodeó la cintura de Haru con sus brazos.

—Eres un grano en el culo, pero me alegra que hayas decidido venir a vivir conmigo.

—Con mamá me la pasaba solo, aquí tú siempre estás. Nadie te quiere —se tapó la boca con la mano porque estaba riendo. 

—Hey, no me ofendas —se hizo el ofendido—. Que sea alguien solitario no significa que nadie me quiera.

—No me presumas tu cita —se burló un poco.

—Es un amigo, nada más.

—¿Y por qué te apuraste tanto? Eso no hace alguien cuando sale con amigos. Ya acepta que era una cita.

—No lo fue —se cruzó de brazos—. Solo le regale flores.

—¡¿Le regalaste flores?! —Haru se arrepintió de decir ello, ahora lo molestaría con eso—. ¡¿Te gusta?! ¡OMG! Al fin dejarás de ser un hombre solitario.

Corazón Nuevo [HaJeongwoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora