Capítulo 23.

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Te vi jaja.

—¿Eras tú idiota de mierda? —se escuchaba algo molesto.

Ya puedo regresar.

—¿Francia es bonito?

Sí, pero ya es tiempo de resolver algunas cosas. Lo que está por venir me pone ansioso.

—Creo que será un golpe muy fuerte. Soy tu amigo y todo, pero eres muy idiota.

Tú sabes porque lo hice.

—También que con dinero baila el perro.

A cualquier persona corrupta dale dinero y hará lo que digas. Siempre he sabido que la vida es una mierda

—Eso sí es verdad. ¿Cual es tu plan ahora? —se sentó en la mesa mientras mordía un lápiz.

Para serte sincero, no tengo uno.

—¿Es en serio? —sonaba alterado—. Espero sepas lo que haces.

¿Estás reprobando a tus alumnos?

—Yo no los repruebo, ellos se reprueban solos.

No has cambiado nada hyung, sigues siendo el mismo.

—Después hablamos, tengo que seguir calificando cosas.

Te llamaré después.

—Que sea pronto que me esta matando por dentro esto. 

Lo sé, pero no digas nada, yo mismo lo haré.

—Confio en ti —colgó y siguió revisando exámenes.

Estaba riendo por las respuestas que ponían, ¿Quien no sabe qué el Quijote fue escrito por Miguel de Cervantes? Eso se resumía en 3 alumnos, no creía que fuera posible que las personas no supieran eso a nivel medio superior. Siguió revisando y se sentía más aliviado que de 40 solo 3 no supieran, aunque fallaban en cosas básicas. Se acabó su pluma roja y tuvo que ir a buscar más, porque reprobar a sus alumnos no se hacía solo.

—Jihoon —lo llamó su madre. 

—¿Sí mamá? —había dos opciones, o le tiraba indirectas para irse de la casa o le pedía que le hiciera el mandado.

—Hijo, vendrán unas amigas. ¿No te molesta?

—¿Otra de tus indirectas para que me vaya de la casa? —mordía la pluma mientras leía.

—No, para nada hijo, ya sabes que amo que vivas conmigo a pesar de que tengas 26 —sonrió de manera incómoda—. Pero estás revisando cosas de la escuela, sabes que son muy escandalosas.

—Ya entendí, regreso en la noche —empezó a recoger sus cosas.

—Traes la cena —se despidió la mujer de Jihoon.

Caminó un par de casas y tocó la puerta esperando a que estuvieran en casa, aunque sabía que siempre había alguien ahí. Midam abrió y entró como si se tratase de su casa directo al comedor a dejar sus papeles para ir al baño dejando a Midam desconcertado porque ni se inmuto a saludarlo.

—¿Quien llegó? —Junghwan bajaba con una toalla en la cabeza.

—Jihoon —se sentó en el comedor y vio que había demasiados papeles.

—¿Qué apuestas a que seguro su mamá le dijo que vendrían sus amigas y le preguntó si no le molestaria ya que el estaba revisando cosas de la escuela? —se estaba secando el cabello.

Corazón Nuevo [HaJeongwoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora