Corazón Nuevo [HaJeongwoo]

Capítulo 1.

—¿Qué te dijo el doctor?

—Haru, primero antes que anda siéntate —Jihoon lo tomó de los hombros.

—No fue grave. Cuando lo bajaste no tenía mucho de estar colgado pero por la falta de aire estaba inconsciente. Solo tiene lastimada la laringe, fracturado el brazo y no sé qué más dijo porque no le entendí mucho -volteo a ver al pelinegro

—¿Como se fracturó el brazo? -quedó consternado, no tenía ni la más mínima idea de cómo una persona que se colgó se pudo fracturar el brazo.

—Tampoco entiendo como, cuando despierte sabremos —alzó los hombros—. También dijo que le encontraron cicatrices en las piernas y estomago.

—¿Qué me estás queriendo decir?

—Que tal vez Junghwan practicaba el cutting. Quizá para morir desangrado y como no le funcionó

—Decidió ahorcarse —terminó lo que iba a decir el mayor—. Ya entiendo ahora. ¿Como fui tan estúpido?

—No fue tu culpa Haruto.

—Sí, he sido un pésimo hermano. No puedo cuidarme ni a mi.

-No Haruto, no eres mal hermano. Tú has estado con él todo el tiempo que puedes, cuidas de él cuando siquiera es tu obligación. Dejaste de vivir tu vida por el.

—Si soy tan buen hermano, ¿por qué lo hizo? Respóndeme ¿por qué lo hizo? —Haruto agitaba sus manos tratando de no gritar.

—No lo sé Haruto, no lo sé —suspiró un poco volteando a ver a su amigo—. Para eso tendrán que buscar ayuda.

—Creeme que lo haremos, ese niño vino a ocasionarme problemas.

—No hables así de tu hermano —la molestia se notaba en su tono de voz.

—Es que...es que —se tapó la cara con las manos.

—Es que nada, vayamos adentro. ¿Te parece?

—No entiendo cómo es que sigues aquí, deberías ir a tu casa a descansar.

—Dijimos que en las buenas y en las malas, bro.

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—Jeongwoo, tienes que cuidar más tu alimentación. Te mandaré con el endocrinologo para que te haga una dieta —el médico hacía apuntes—. Ya habías mejorado, ¿Qué pasó?

—Mmm —el castaño se rascaba el brazo—. Estrés y depresión.

—Ay Jeong —se tocó la sienes—. Te dije que ese tipo de emociones para ti no.

—Lo sé, pero es que me deprime saber que estoy enfermo.

—Deberias alegrarte porque hoy estas completo, vivito y coleando —dirigió su mirada hacia él—. Tienes una familia que te quiere y eso debería animarte un poco.

—Lo sé, lo sé —inclinó su cabeza en forma de vergüenza.

—No sabes nada Jeong —elevó sus hombros—. Te programe una cita con el endo. Recuerda que lo que más queremos hacer es evitar las cirugías.

—Gracias —sonrió el castaño.

—Saludame a tu madre —le devolvio la sonrisa.

—Claro, tío.

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