Capítulo 12.

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—Midam hyung dijo que está en camino —mencionó Junghwan mientras veía su celular.

—Eso es bueno hijo, sirve que te vas con él —su madre le revolvió el cabello—. Te ves cansado.

—También quería ver a Jihoon hyung antes de irme.

—No estoy de acuerdo de que te vayas con él.

—No empieces Haruto, si tanto te molesta vete con ellos y listo —Suni estaba tomando un café mientras trataba de no tener un pelea con Haruto tan temprano.

—Por mi no hay problema y creo que por hyung tampoco —elevó los hombros y se sentó cruzando las piernas sosteniendo el celular—. Le preguntaré como sea.

—¿Ves? Exageras tus celos —lo decía Suni en manera de burla. 

—No grito por respeto al hospital —se cruzó de brazos.

—Dijo que no hay problema —sonrió el menor y haruto solo rodó los ojos.


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Abrió los ojos y lo primero que vio fue un chico frente a él leyendo un libro, ese libro parecía ser de cuentos, cosa que le pareció extraño pero gracioso a la vez. El chico bajó el libro y lo vio con sorpresa y se acercó.

—¿Jihoon verdad?

—Eh...sí

—¿Cómo te encuentras?

—¿Bien? —soltó una pequeña risa.

—Perdón, mi madre fue quien te atropelló —se encontraba rascándose la nuca.

—No hay problema, también fue culpa mía por cruzarme cuando el semáforo estaba en verde.

—Pero igual te pido perdón por parte de los dos.

—Si lo que te preocupa es si levantaré cargos, no te preocupes. No tengo razón para hacerlo.

—Gracias.

—¿Por qué agradeces? —trato de sentarse pero un dolor en el abdomen lo detuvo.

—Es mejor que no te pares, creo que te golpeaste fuerte las costillas.

—Ya lo note —cerró un ojo por el dolor que le causó el movimiento—. Debería agradecerte por no dejarme tirado.

—Mi madre creyó que te había matado, yo solo me reí porque al verte en el suelo quejándote notamos que no estabas muerto. Fue algo raro si lo digo ahora.

—Un poco, pero gracias por quedarte.

—Es lo mínimo que podemos hacer, tu familia llegó hace unas horas.

—Gracias por avisarles que estaba aquí.

—Estamos en Ulsan, eso es lo raro.

—¿Ulsan? ¿Tanto caminé?

—No lo sé, pero aquí nos trajeron las ambulancias, supongo que era porque estábamos más cerca de Ulsan que de Busán.

—Ya veo.

—Te veías triste cuando estabas en el piso.

—Oh —agachó la cabeza.

—Tranquilo, no puedo juzgarte nada.

—Gracias —sonrió un poco—. ¿Cómo te llamas?

—Cierto, no me he presentado. Me llamo Jyunhao —se acercó dándole la mano.

Corazón Nuevo [HaJeongwoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora