Omar y Ander. Tercera parte
— ¿Vas loco chaval? — Omar cerró rápido la puerta tras de si — ¿Tenes idea el olor a hierba que dejaste aquí?.
Ander se sentó en la cama, y miro a Omar con una sonrisa en la boca. — Venga, que pareces mi papá. — Estiro una mano que el moro tomó, y lo atrajo hacia él. — ¿Te has perdido camino a lo de Samu?. — Preguntó jocoso.
El dueño de casa, sentado al borde de la cama, jaló al visitante hasta colocarlo entre medio de sus piernas. Las manos del moro estaban perdidas entre los rulos de Ander.
— No — Contestó simplemente el moro, mientras flexionaba las rodillas y quedaba a la altura del rostro de su novio — Solo que me mola estar contigo. ¿Molesto? — Preguntó el chico.
— ¿Vamos por la tuca? — Propuso Ander, después de darle un casto beso como respuesta.
— Vale, pero afuera. Que ya bastante mala influencia creen que soy por aquí.
Un minuto después estaban los dos sentados en el jardín, sentados como indios uno frente al otro.
— Eres bello, ¿Sabes? — Dijo Omar, mirando directo a Ander que con el pitillo en la boca se disponía a prenderlo.
— Venga, ¿Quieres un poquito de esto? — Contestó bromeando Ander mientras intentaba poner un rostro seductor. Omar tenía ese don de aparecer y borrar todas las dudas de su cabeza. — Que tu no estas nada mal, tío — Agregó al ver la seriedad con que su novio lo miraba.
— No, es que de verdad me pareces hermoso y se que no lo digo mucho — Omar hizo una pausa en la que llenó sus pulmones de aire, Ander solo lo miro con una ceja arqueada invitándolo a seguir. — Pero yo te quiero Ander, de verdad que te quiero.
Ander se saco la colilla ya prendida de la boca. — Yo también te quiero, Omar. Pero eso esta claro — Agregó mientras soltaba el humo y le pesaba el asunto a su compañero.
— Si, si lo se pero lo que yo quiero decirte es que de verdad te quiero, y te quiero en mi vida para siempre. Y que no importa lo que pase de aquí a un tiempo, solo espero que sigamos juntos mucho más y — Omar parecía querer llegar a un punto, pero no se le estaba haciendo nada fácil. Por su parte, Ander intentaba descifrar a través de la mirada y las expresiones de su novio si lo que estaba por venir era bueno o no. Interiormente su cabeza lo estaba preparando para lo peor. — Pero siento que me enamoré de ti y que te amo, y no hay forma de que algún día me arrepienta de lo que siento hoy y....
Y Ander jamas iba a escuchar lo siguiente que el chico quisiera decirle, porque para él ya todo estaba dicho. Se abalanzó sobre el chico que tenía enfrente y rodeando su cuello con ambos brazos le calló la boca de un beso.
— Te amo. Te amo. Te amo — Repetía una vez el de pelo crespo entre beso y beso. Se había aventado sobre el moro con tal intensidad que ambos terminaron completamente recostados sobre el césped riendo casi a carcajadas.
Minutos después Ander que estaba montado encima de Omar, se separo para tomar aire. Ambos aprovecharon esos segundos para mirarse a los ojos, intentando descifrar que pensaba el otro justo en esa milésima de segundo. O quizás, solo querían quedarse en silencio contemplándose el uno al otro, congelando ese momento de felicidad para la posteridad y en un tiempo, años tal vez, recordar juntos la primera vez que se declararon amor y así, juntos, seguir entrelazando sus destinos.
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Proximo capitulo: Epilogo!
¿Todo muy rosa, verdad? Tengo que decirles que no iba a terminar así, pues tenía pensada una segunda parte peeero vengo tan desacomodada con tema horarios y con tan poco tiempo libre, que no quiero comprometerme a subir una historia sin estar segura de poder dedicarle el tiempo que merecen.
Así que me surgió este final cursi pero vamos, que no esta tan mal, cierto? ¡Me dicen!
Les agradezco el apoyo durante la historia, y sobre todo la paciencia cuando me demoré de más! Son lo más, Besos mil .
¿Ansiosas por la segunda temporada de Elite? Yo estoy que trepo por las paredes, tanto que seguro me ven aparecer con algún One Shot. (((((Septiembre llega mañana plis. Besos para vos que leíste hasta acá j3j3j3 )))))
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Desafiando destinos
RomanceAnder y Omar vienen de mundos distintos, eso esta claro. El desafío no es aceptarlo, es hacer que funcione.