VIII

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Flash Back

Omar había estado acomodando cajas en el depósito de la tienda hasta hacía unos momentos, cuando Nadia se asomó por la puerta con el hiyab puesto y cara de circunstancias.

—¿Vais a salir?—Preguntó, al verla con el pañuelo.

-No. Jamila está en el comedor con vuestros padres.

Omar se quedo estático, sintiendo como si sus pies se hubieran atornillado al suelo y el mundo se le venía encima.

-Venga, que es solo una visita.- Escuchó que decía su hermana, mientras se acercaba a tocarle el brazo.

Omar reaccionó apenas y tomó la delantera en el camino hacia la salada. Veía la situación como si estuviera ocurriendo en cámara lenta. Las dos familias estaban reunidas esperando por él. Su papá lo presentó con un orgullo que a él le sonó exagerado, alabando su compromiso con la cultura y otra sanda de cosas que ni mencionar. A él solo le sonaron a palabras vacías.

Estrechó la mano de Zafir, luego la de su esposa Yasmin y por último la de Jamila, que no pudo mirarlo a los ojos. La chica estaba tan o más cohibida que él.

- Siéntate al lado de Jamila, hijo.- Manifestó Yusef y Omar así lo hizo.

Paso un rato en el que solo los adultos conversaron, la mamá de Omar trajo té y algunos platos para acompañar. Pero la futura pareja apenas si había contestado cuando se dirigían a ellos.

Omar ni siquiera estaba escuchándolos verdaderamente, su cabeza se había quedado en lo primero que había dicho Zafir, el padre de Jamila. "Esperemos que lleven un matrimonio próspero", había dicho. La frase se había convertido en un eco en su cabeza, y sentado estático donde estaba comenzó a sentir cómo su cuerpo entraba en calor, incrementando con el correr de los minutos hasta convertirse en palabras.

— No voy a casarme, papá.

El silencio que siguió a esa frase fue inmediato y rotundo. Omar pudo ver como la mueca de su padre se transformaba.

— ¿Qué estáis diciendo Omar? —Preguntó Yusef —Esto ya lo tenemos hablado.

— No. Tu lo teneis hablado, yo no he dicho nada. Y digo que no, que no voy a casarme ni con ella ni con ninguna mujer.

—Omar — Lo llamó Nadia en tono de advertencia intentando frenar lo que a continuación iba a pasar.

—Omar nada, que ya he estado cayado bastante tiempo—Siguió, la sangre lo había hecho poner de pie y encarar directamente a su padre. - No habrá ninguna mujer con la que acepte casarme, es que me gustan los tíos.- Y de repente las palabras que más había temido pronunciar durante toda la adolescencia salieron de su boca en el momento menos oportuno.

Para ese momento los cuatro adultos ya estaban de pie, mirando a Omar como si se hubiera vuelto loco repentinamente.

— Esto es una vergüenza Yusef, para mí y para mi familia - Dijo Zafir. - Hasta acá ha llegado esto. - Ninguno de la familia Shaana atino a acompañar al otro grupo hasta la puerta.

Lo que pasó a continuación era confuso hasta para él mismo. Iusef había echado a su madre y a su hermana de la salada y había abalanzado contra su hijo, cazando por el cuello de la camisa. Omar se quedó estoico recibiendo los golpes que pronto se terminaron.

—Dime que no es cierto... Dime que no eres ningún invertido y que solo lo haz dicho porque Jamila no te agrado—Casi rogó Yusef. Lo tenía, acorralado contra la pared.

Omar no contestó nada, solo miro a su padre con lágrimas en los ojos. Segundos después sintió la primer mano de su padre contra él, en la mejilla y a palma abierta. Le siguieron algunos más.

No era los golpes lo que le estaba doliendo, si no la mirada atormentada que su papa le dirigía. El siguiente gesto que vio en el rostro del hombre fue de asco.

—Te vas.- Dijo, al fin soltandolo. —Pero antes escuchadme bien y sera la última vez que lo hagas, pues yo ya no tengo hijo varón. No volverás a ensuciar esta casa con tu presencia. Te he educado para el bien, y mira con que me has salido. Desgracia.

El chico lo escuchó con el corazón en su mirada, cada palabra dicha por su padre se le clavó en el corazón sabía que no había vuelto atras. Él ya había dicho su verdad, y la reacción de su padre había sido más o menos la que esperaba. Asintió con la cabeza y se largo, con el claro pensamiento de que su destino no estaba en esa casa.

Fin Flash Back

— ¿Omar?— Lo llamaba Ander desde la puerta del cuarto, solo traía una toalla atada a la cintura y del pelo le caían gotas.

—¿Uhm?.

—¿Donde andais tío?.

Omar estaba recostado en la cama de Ander. Había pasado ya una semana desde que el moro se fue de su casa y esa noche, Ander y Samu habían organizado una fiesta para subirle el animo.

—Espabilate que hoy tenemos fiesta —Le dijo, mientras iba a sentarse al borde de la cama.

—¿Vais a recibir así a la gente?— Preguntó alzando una ceja. Él ya se había bañado, solo le faltaba ponerse pantalón y remera.

—No estaría mal ¿eh?—Dijo —Pero no se si mi novio me deje.

—¿A tienes novio? Dónde esta ese que voy a buscarlo.— Le siguió el juego Omar.

— Eres tú, idiota — Le dijo, mientras le daba un coscorrón. —¿No sabías?.

— No pues, que nadie me ha avisado nada.

— Te conviene cabrón, mira lo que te pierdes si no —Dijo con soberbia mientras se ponía de pie y quitaba la toalla que lo cubría, dejando al descubierto todo su cuerpo.

Omar se quedo con la boca seca de repente, el cuerpo de Ander era algo que nunca se iba a cansar de mirar.

—Novio. Marido. Amante. Lo que tu quieras tronco.— Contestó, sin despegar la vista del que tenía enfrente, se sentó en la cama y tomo al chico por la cintura, atrayéndolo hacia él.— ¿Tenemos un rato todavía, no?.

*****



Wowww me costó más de lo que esperaba escribir ese flash back, definitivamente no me quedo como esperaba, pero después de vueltas y vueltas quedó así.

El capítulo que viene tenemos fiesta! y la vuelta de Samu y de alguno más...

Actualizado también Desafiando destinos { +18 } si quieren pasar.

PD: Mi país no es España, claramente, así que hay algunas formas que se me escapan en cuanto al vocablo. Disculpas si hay algún error... pueden corregirme también xd

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