Aferrarme a ti [Trilogía murderous family I] ✔

🔰Capítulo 22: Crazzy🔰

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🔰Nathalie🔰

Esto me gusta, me encanta.

—Tenemos que irnos, está haciendo mucho frío— Eg se levanta y envuelve las mantas—. Llegaremos con el sol puesto.

Si, eso veo.

Después de recoger todo, Eg arrancó y nos fuimos de ese lindo lugar. Pasarla con él fue muy divertido y bueno, la verdad hay que decirla, Matt me gusta mucho y aunque a Eg solo lo conocí hoy, me agradó bastante, me agrada en realidad.

Una hora después empezamos a notar la nieve y a algunas personas del gobierno recoger la nieve en lugares más ocupados.

—Dije que iba a nevar— se ríe porque dije que no nevaría, pero él ganó.

—El crédito es tuyo herman— le doy la razón.

Mi teléfono no prende, esta descargado, pobrecito. Mi loca familia debe estar como loca porque no he llegado a casa.

—Oye, ¿tienes un cargador? Esto se me apagó.

—Claro, está en el portapapeles— su mirada sigue al frente al responderme.

Saco el cargador y luego lo conecto para de paso prender la radio. Lo dejo en una noticia que pasó esta noche, sobre un chico que iba conduciendo a alta velocidad y que por esa razón tuvo un accidente y que, por Dios, ¡su cabeza al parecer fue la que rompió el vidrio delantero del auto! Que mal, de seguro iba bien borracho. Tomo un CD, el primero que veo y lo introduzco. Una música de rock, creo, suena a volumen medio y valla, es buena.

—Me gusta el ritmo— comento y miro a Eggsy quien me corresponde.

Eg estaciona el auto en frente de la casa y se baja para abrirme la puerta. Creo que, si sigue así, tarde o temprano me enamoraré de él y le diré que si.

—Gracias— salgo del auto y respiro profundo, ya casi es de día, el sol apenas se deja ver y hace mucho frío—. Bueno, te irás de una, no puedo dejarte entrar a casa a esta hora, pero recuerda lo que te comenté.

—No te preocupes y lo recordaré, no se me puede olvidar— cierra la puerta del copiloto—. Yo tengo cosas que hacer, espero y tus padres no te griten por lo que hice. Fue un placer pasar este tiempo contigo y conocerte.

Eg me besa la mejilla y de inmediato me pongo tensa, es natural no se preocupen.

—Bueno, entonces nos mantendremos en contacto y una vez más, disculpa lo ocurrido.

—No es nada— dice.

Después de despedirme con Eg me doy vuelta para entrar a la casa porque no aguanto el frío. Saco las llaves y al abrir la puerta unos murmullos se escuchan desde dentro así que me adelanto para ver a Sophia y a mi madre, dando vuelta por toda la sala. De seguro me están esperando preocupadas.

Me van a gritar.

—¿Hola? —es lo primero que escapa de mi boca.

Mi madre sale disparada a mi dirección y esperé por su cachetada, pero no llegó, a cambio me dio un fuerte abrazo y se secó algunas lágrimas de los ojos. Nunca había visto a mi madre ser tan dramática como hoy. Sé que tardé un poco, pero he llegado más tarde en ocasiones.

—¿Qué pasa? —pregunto.

—¿Por qué llegas a esta hora y ni siquiera me contestas el celular? —se acerca Sofi con algo de enojo y preocupación.