🔰Capítulo 24: Placer🔰

315 33 4
                                    

########

🔆🔆🔆🔆🔆

🔰Nathalie🔰

*Nadie más te tocará*

Esas palabras rondan por mi cabeza todo el tiempo, no lo puedo seguir escuchando de él, no más, es como si fuera una amenaza o algo, no sé. Lo que estoy sintiendo por él se escapa de mis manos cada vez que nos comunicamos, es desesperante sentirse enamorado, si así se le puede llamar a este sentimiento que me tiene loca espiritualmente. Me ciega.

Veo que esta navidad no fue la mejor de todas.

¿Debería alejarme de él?

Aunque llevo un tiempo conociéndolo, siento que no lo conozco en realidad y esa es la parte que al igual de enamorarme, me da curiosidad. No conozco mucho sobre su pasado, en cuanto vivía con su madre, según mis padres; él empezó a trabajar desde los 11 años en adelante. Nunca tuvo una vida tranquila y sana. Casi no para en casa y cuando lo hace o pone música en su habitación o nos empieza a molestar a Sofi y a mí.

Es un total fastidio, pero cuando se junta con su mejor amigo y casi esposo de Sofi; Alex, son una explosión total, aunque de vez en cuando nos hacen reír con sus payasadas.

Me apresuro a ponerme los zapatos negros y justo cuando me termino de poner el ultimo, unos cuantos toques a mi puerta me distrae por un momento.

—¡Pase!— me levanto de la cama y camino a mi escritorio por mi celular, pero antes paro ya que nadie entra por la puerta— ¡Dije que pase!

La puerta se queda intacta, nadie abre, nadie entra, todo está paralizado menos mis ojos que no dejan de parpadear. Camino hacia la puerta y la abro de golpe; no hay nadie, la casa se siente solitaria, aunque Sofi está abajo. Camino unos pasos para ver si hay alguien más allá y mi pie derecho tropieza con algo, bajo mi mirada y logro ver un tarro de helado de chocolate.

¿Quién habrá puesto esto aquí?

Lo elevo del piso y lo miro por los costados para ver si dejaron algún escrito, pero no hay nada. Me encojo de hombros y vuelvo a entrar para buscar mi celular. Salgo de la habitación y bajo a la cocina en busca de una cuchara para poder comer el helado. Tengo una sed de helado que ni se lo imaginan.

Sophia está sentada en la isla, comiendo una ensalada de frutas y viendo tele. Su pansa cada vez es más grande y hermosa.

—Cada vez comes más, si sigues así, cuando nazca te quedarás igual —saco una cuchara del lava platos y destapo el helado.

—Creo que seremos las dos, veo que te estas comiendo el helado que te trajo Matt, ¿acaso lo perdonaste?— ésta se echa hacia delante y me guiña un ojo.

Espera ahí, ¿Matias fue el que me...

Tengo 17 y cada vez estoy más burra.

¿Fue él?- pregunto.

Por cierto, el día de mi cumple fue de lo peor, mis padres no hicieron nada por culpa de Matias, bueno, yo no quise hacer nada por mi mal humor.

—¿Qué? ¿no lo sabias?- me pregunta algo chistosita.

Dejo de comer el helado, lo tapo y lo entro al refrigerador.

—Claro que no, el maldito solo tocó la puerta y dejó el helado ahí, y yo como lo glotona que soy vine y me lo empecé a comer sin importarme qué diablos le habrán echado.

—Créeme, lo que menos quiero es hacerle daño a una torpe e incontrolable niña de papi y mami— dice una voz neutra y decidida.

—Oh, que perturbador— comenta Sofi.

Aferrarme a ti [Trilogía murderous family I] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora